Día 15 de Noviembre
ORACIÓN
¡Oh! María, durante los bellos meses que te están consagrados, todo resuena con tu nombre y alabanza. Tu santuario resplandece con nuevo brillo y nuestras manos te han elevado un trono de gracia y de amor, desde donde presides nuestras fiestas y escuchas nuestras oraciones y votos.
Para honrarte, hemos esparcido frescas flores a tus pies y adornado tu frente con guirnaldas y coronas. Mas, ¡oh María!, no te das por satisfecha con estos homenajes. Hay flores cuya frescura y lozanía jamás pasan y coronas que no se marchitan. Éstas son las que esperas de tus hijos, porque el más hermoso adorno de una madre es la piedad de sus hijos, y la más bella corona que pueden depositar a sus pies, es la de sus virtudes.
Sí, los lirios que Tú nos pides son la inocencia de nuestros corazones. Nos esforzaremos pues, durante el curso de estos meses consagrados a tu gloria, ¡oh Virgen Santa!, en conservar nuestras almas puras y sin mancha, y en separar de nuestros pensamientos, deseos y miradas, aún la sombra misma del mal.
La rosa, cuyo brillo agrada a tus ojos, es la caridad, el amor a Dios y a nuestros hermanos. Nos amaremos pues, los unos a los otros, como hijos de una misma familia, cuya Madre eres, viviendo todos en la dulzura de una concordia fraternal. En estos meses benditos procuraremos cultivar en nuestros corazones la humildad, modesta flor que te es tan querida y, con tu auxilio, llegaremos a ser puros humildes, caritativos, pacientes y esperanzados.
¡Oh María!, haz producir en el fondo de nuestros corazones todas estas amables virtudes. Que ellas broten, florezcan y den al fin frutos de gracia, para poder ser algún día dignos hijos de la más santa y de la mejor de las madres.Amén
TEXTO BÍBLICO:
"El ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: ' José, hijo de David, no temas tomar contigo a María tu mujer porque lo engendrado en ella es del Espíritu Santo. Dará a luz a un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados."" (San Mateo 1, 20-21)
Palabra de Dios. /Te alabamos Señor
MEDITACIÓN :
“¿Cómo vive José su vocación como custodio de María, de Jesús, de la Iglesia? Con la atención constante a Dios, abierto a sus signos, disponible a su proyecto, y no tanto al propio. José es ´custodio' porque sabe escuchar a Dios, se deja guiar por su voluntad y precisamente por eso es más sensible aún a las personas que se le han confiado, sabe cómo leer con realismo los acontecimientos, está atento a lo que le rodea, y sabe tomar las decisiones más sensatas. En él, queridos amigos, vemos cómo se responde a la llamada de Dios, con disponibilidad, con prontitud; pero vemos también cuál es el centro de la vocación cristiana: Cristo. Guardemos a Cristo en nuestra vida, para guardar a los demás, para salvaguardar la creación.""
S.S. Francisco (19 de marzo de 2013). Homilía, Ciudad del Vaticano
Peticiones :
Madre nuestra, ayúdanos a seguir el ejemplo de san José, que con humildad y confianza se entregó a los designios de Dios y aceptó la misión de ser el custodio de la Sagrada Familia de Nazareth.
Con María, roguemos al Señor. / Escúchanos, Señor, te rogamos.
"Una cosa que me da fuerza todos los días es rezar el Rosario a la Santísima Virgen. Siento una fuerza tan grande porque voy a estar con ella y me siento fuerte. "" S.S Francisco.
ORACIÓN
¡Oh! María, Madre de Jesús nuestro Salvador y nuestra buena Madre! Nosotros venimos a ofrecer con estos obsequios que colocamos a tus pies, nuestros corazones deseosos de agradecerte y solicitar de tu bondad un nuevo ardor en tu santo servicio.
Dígnate presentarnos a tu Divino Hijo que, en vista de sus méritos y a nombre su Santa Madre, dirija nuestros pasos por el sendero de la virtud, que haga lucir con nuestro esplendor la luz de la fe sobre los infortunados pueblos que gimen por tanto tiempo en las tinieblas del error, que vuelvan hacia Él y cambien tantos corazones rebeldes cuya penitencia regocijará en su corazón y el tuyo.
Que convierta a los enemigos de tu Iglesia, y que, en fin, encienda por todas partes el fuego de tu ardiente caridad, que nos colme de alegría en medio de las tribulación de esta vida y de esperanza para el porvenir. Amén.
¡Oh María!, durante el bello mes a Ti consagrado, todo resuena con tu nombre y alabanza. Tu santuario resplandece con nuevo brillo, y nuestras manos te han elevado un trono de gracia y de amor, desde donde presides nuestras fiestas y escuchas nuestras oraciones y votos.
Para honrarte, hemos esparcido frescas flores a tus pies, y adornado tu frente con guirnaldas y coronas. Mas, ¡oh María!, no te das por satisfecha con estos homenajes. Hay flores cuya frescura y lozanía jamás pasan y coronas que no se marchitan. Éstas son las que Tú esperas de tus hijos, porque el más hermoso adorno de una madre es la piedad de sus hijos, y la más bella corona que pueden depositar a sus pies, es la de sus virtudes.
Sí, los lirios que Tú nos pides son la inocencia de nuestros corazones. Nos esforzaremos, pues, durante el curso de este mes consagrado a tu gloria, ¡Oh Virgen Santa!, en conservar nuestras almas puras y sin manchas, y en separar de nuestros pensamientos, deseos y miradas aun la sombra misma del mal.
La rosa, cuyo brillo agrada a tus ojos, es la caridad, el amor a Dios y a nuestros hermanos. Nos amaremos, pues, los unos a los otros, como hijos de una misma familia, cuya Madre eres, viviendo todos en la dulzura de una concordia fraternal. En este mes bendito, procuraremos cultivar en nuestros corazones la humildad, modesta flor que te es tan querida, y con tu auxilio llegaremos a ser puros, humildes, caritativos, pacientes y esperanzados.
¡Oh María!, haz producir en el fondo de nuestros corazones todas estas amables virtudes; que ellas broten, florezcan y den al fin frutos de gracia, para poder ser algún día dignos hijos de la más Santa y la mejor de las Madres, Amén.
LECTURA DEL EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS 1, 26-28 “Y entrando el ángel le dijo: ‘Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo´”. Palabra de Dios / Te alabamos, Señor
MEDITACIÓN “El Nuevo Testamento es realmente “Evangelio”, buena noticia que nos trae alegría. Dios no está lejos de nosotros, no es desconocido, enigmático, tal vez peligroso. Dios está cerca de nosotros, tan cerca que se hace niño, y podemos tratar de “tú” a este Dios. [...] Una alegría se debe comunicar. María corrió inmediatamente a comunicar su alegría a su prima Isabel. Y desde que fue elevada al cielo distribuye alegrías en todo el mundo; se ha convertido en la gran Consoladora, en nuestra Madre, que comunica alegría, confianza, bondad, y nos invita a distribuir también nosotros la alegría. [...] Podemos comunicarla de un modo sencillo: con una sonrisa, con un gesto bueno, con una pequeña ayuda, con un perdón. Llevemos esta alegría, y la alegría donada volverá a nosotros. En especial, tratemos de llevar la alegría más profunda, la alegría de haber conocido a Dios en Cristo”.
S.S. Benedicto XVI (18 de diciembre de 2005), Homilía, Roma.
PETICIÓN Madre de la Alegría, gracias por el don de la fe que gratuitamente hemos recibido. Intercede por quienes aún no conocen a Dios y por los que atraviesan alguna crisis de fe, para que conozcan la alegría del Evangelio.
Con María, roguemos al Señor / Escúchanos, Señor, te rogamos.
“La misión de la Iglesia es sembrar en el mundo la alegría del Evangelio”.
S.S. Benedicto XVI (27 de abril de 2008), Regina Caeli, Ciudad del Vaticano
¡Oh María, Madre de Jesús, nuestro Salvador y nuestra buena Madre! Nosotros venimos a ofrecerte, con estos obsequios que colocamos a tus pies, nuestros corazones deseosos de serte agradable, y a solicitar de tu bondad un nuevo ardor en tu santo servicio.
Dígnate a presentarnos a tu Divino Hijo, que en vista de sus méritos y a nombre de su Santa Madre, dirija nuestros pasos por el sendero de la virtud. Que haga lucir con nuevo esplendor la luz de la fe sobre los infortunados pueblos que gimen por tanto tiempo en las tinieblas del error. Que vuelvan hacia Él, y cambien tantos corazones rebeldes, cuya penitencia regocijará su corazón y el tuyo. Que convierta a los enemigos de su Iglesia y que en fin, encienda por todas partes el fuego de su ardiente caridad, que nos colme de alegría en medio de las tribulaciones de esta vida y dé esperanzas para el porvenir. Amén.
15 de noviembre
“Cuida con afecto y dolor materno este mundo herido”
Reflexión
“María, la madre que cuidó a Jesús, ahora cuida con afecto y dolor
materno este mundo herido. Así como lloró con el corazón traspasado
la muerte de Jesús, ahora se compadece del sufrimiento de los pobres
crucificados y de las criaturas de este mundo arrasadas por el poder
humano. Ella vive con Jesús completamente transfigurada, y todas las
criaturas cantan su belleza. Es la mujer ‘vestida de sol, con la luna bajo
sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza’. Elevada al cielo,
es Madre y Reina de todo lo creado. Ella no solo guarda en su corazón
la vida de Jesús, que ‘conservaba’ cuidadosamente, sino que también
comprende ahora el sentido de todas las cosas. Por eso podemos pedirle
que nos ayude a mirar este mundo con ojos más sabios”.
S.S. Francisco (24 de mayo de 2015).
Carta Encíclica Laudato si` 241-242. Ciudad del Vaticano.
Petición
María, ayúdanos a mirar este mundo con ojos más sabios y
misericordiosos, para escuchar la voz de Dios y de los más necesitados
en medio de los actuales acontecimientos.
Con María, roguemos al Señor/ Escúchanos, Señor, te rogamos.
Meditación del papa Francisco
“No debe existir una situación más difícil para una madre que acompañar la muerte de su hijo. Son momentos desgarradores.
Ahí vemos a María, al pie de la cruz, como toda madre, firme, sin abandonar, acompañando a su Hijo hasta el extremo de la muerte y muerte de cruz. Y allí también podría haberse preguntado: ¿Dónde está lo que me dijo el ángel? contemplamos su vida y nos sentimos
comprendidos, entendidos. Nos podemos identificar en muchas situaciones de su vida. Podemos contarle de nuestras realidades porque Ella las comprende.
Ella es mujer de fe, es la Madre de la Iglesia, ella creyó. Su vida es testimonio de que Dios no defrauda, que Dios no abandona a su Pueblo, aunque existan momentos o situaciones en que parece que Él no está.
Ella fue la primera discípula que acompañó a su Hijo y sostuvo la esperanza de los apóstoles en los momentos difíciles”.
S.S. Francisco
Reflexión
Después de escuchar la Palabra de Dios y el texto del papa,reflexionamos en silencio o en comunidad, preguntándonos: ¿Qué me sugiere Dios para mi vida? ¿Qué nos sugiere Dios para nuestras vidas?
Petición
Madre, que acompañaste la muerte de tu Hijo, conforta a cuantos han perdido a sus seres queridos en la pandemia e intercede por quienes han dejado este mundo, para que estén gozando de la gloria celestial.
Con María, roguemos al Señor Escúchanos, Señor, te rogamos.
Anhelo que en esta época que nos toca vivir, reconociendo la dignidad de cada persona humana, podemos hacer renacer entre todos un deseo mundial de hermandad. He ahí un hermoso secreto para soñar y hacer de nuestra vida una hermosa aventura.
Fratelli Tutti, 7