Día 16 de Noviembre
ORACIÓN
¡Oh! María, durante los bellos meses que te están consagrados, todo resuena con tu nombre y alabanza. Tu santuario resplandece con nuevo brillo y nuestras manos te han elevado un trono de gracia y de amor, desde donde presides nuestras fiestas y escuchas nuestras oraciones y votos.
Para honrarte, hemos esparcido frescas flores a tus pies y adornado tu frente con guirnaldas y coronas. Mas, ¡oh María!, no te das por satisfecha con estos homenajes. Hay flores cuya frescura y lozanía jamás pasan y coronas que no se marchitan. Éstas son las que esperas de tus hijos, porque el más hermoso adorno de una madre es la piedad de sus hijos, y la más bella corona que pueden depositar a sus pies, es la de sus virtudes.
Sí, los lirios que Tú nos pides son la inocencia de nuestros corazones. Nos esforzaremos pues, durante el curso de estos meses consagrados a tu gloria, ¡oh Virgen Santa!, en conservar nuestras almas puras y sin mancha, y en separar de nuestros pensamientos, deseos y miradas, aún la sombra misma del mal.
La rosa, cuyo brillo agrada a tus ojos, es la caridad, el amor a Dios y a nuestros hermanos. Nos amaremos pues, los unos a los otros, como hijos de una misma familia, cuya Madre eres, viviendo todos en la dulzura de una concordia fraternal. En estos meses benditos procuraremos cultivar en nuestros corazones la humildad, modesta flor que te es tan querida y, con tu auxilio, llegaremos a ser puros humildes, caritativos, pacientes y esperanzados.
¡Oh María!, haz producir en el fondo de nuestros corazones todas estas amables virtudes. Que ellas broten, florezcan y den al fin frutos de gracia, para poder ser algún día dignos hijos de la más santa y de la mejor de las madres.Amén
TEXTO BÍBLICO:
"Y dijo Maria: "Engrandece mi alma al Señor y mi espíritu se alegra en Dios mi salvador"
MEDITACION :
" Pensemos quien era la virgen Maria: una muchacha judía, que esperaba con todo el corazón la redención de su pueblo. Pero en aquel corazón de joven hija de Israel había un secreto que ella misma todavía no conocía: en el proyecto de amor de Dios estaba destinada a convertirse en la Madre del Redentor. En la Anunciación, el Mensajero de Dios la llama "llena de gracia" y le revela este proyecto. Maria responde "si" y desde aquel momento la fe de Maria recibe una luz nueva: se concentra en Jesús, el hijo de Dios que de ella ha tomado carne y en quien se cumplen las promesas de toda la historia de la salvación. La fe de Maria es el cumplimiento de la fe de Israel, en ella esta precisamente concentrado todo el camino, toda la vía de aquel pueblo que esperaba la redención, y en este sentido es el modelo de la fe de la iglesia, que tiene como centro a Cristo, encarnación del amor infinito de Dios"
PETICIÓN :
Maria, consagramos a ti la venida del Papa Francisco, para que deje en cada uno de nuestros corazones el sello indeleble del amor a los mas necesitados y débiles.
Con María, roguemos al Señor. / Escúchanos, Señor, te rogamos
"Miremos la a ella, nuestra Madre y dejémonos mirar ella. Para aprender a ser mas humildes, y tambien valientes en el seguimiento de la palabra de Dios."
ORACIÓN
¡Oh! María, Madre de Jesús nuestro Salvador y nuestra buena Madre! Nosotros venimos a ofrecer con estos obsequios que colocamos a tus pies, nuestros corazones deseosos de agradecerte y solicitar de tu bondad un nuevo ardor en tu santo servicio.
Dígnate presentarnos a tu Divino Hijo que, en vista de sus méritos y a nombre su Santa Madre, dirija nuestros pasos por el sendero de la virtud, que haga lucir con nuestro esplendor la luz de la fe sobre los infortunados pueblos que gimen por tanto tiempo en las tinieblas del error, que vuelvan hacia Él y cambien tantos corazones rebeldes cuya penitencia regocijará en su corazón y el tuyo.
Que convierta a los enemigos de tu Iglesia, y que, en fin, encienda por todas partes el fuego de tu ardiente caridad, que nos colme de alegría en medio de las tribulación de esta vida y de esperanza para el porvenir. Amén.
¡Oh María!, durante el bello mes a Ti consagrado, todo resuena con tu nombre y alabanza. Tu santuario resplandece con nuevo brillo, y nuestras manos te han elevado un trono de gracia y de amor, desde donde presides nuestras fiestas y escuchas nuestras oraciones y votos.
Para honrarte, hemos esparcido frescas flores a tus pies, y adornado tu frente con guirnaldas y coronas. Mas, ¡oh María!, no te das por satisfecha con estos homenajes. Hay flores cuya frescura y lozanía jamás pasan y coronas que no se marchitan. Éstas son las que Tú esperas de tus hijos, porque el más hermoso adorno de una madre es la piedad de sus hijos, y la más bella corona que pueden depositar a sus pies, es la de sus virtudes.
Sí, los lirios que Tú nos pides son la inocencia de nuestros corazones. Nos esforzaremos, pues, durante el curso de este mes consagrado a tu gloria, ¡Oh Virgen Santa!, en conservar nuestras almas puras y sin manchas, y en separar de nuestros pensamientos, deseos y miradas aun la sombra misma del mal.
La rosa, cuyo brillo agrada a tus ojos, es la caridad, el amor a Dios y a nuestros hermanos. Nos amaremos, pues, los unos a los otros, como hijos de una misma familia, cuya Madre eres, viviendo todos en la dulzura de una concordia fraternal. En este mes bendito, procuraremos cultivar en nuestros corazones la humildad, modesta flor que te es tan querida, y con tu auxilio llegaremos a ser puros, humildes, caritativos, pacientes y esperanzados.
¡Oh María!, haz producir en el fondo de nuestros corazones todas estas amables virtudes; que ellas broten, florezcan y den al fin frutos de gracia, para poder ser algún día dignos hijos de la más Santa y la mejor de las Madres, Amén.
LECTURA DEL EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS 1, 41. 45 “En cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, Isabel quedó llena del Espíritu Santo y exclamó: ‘Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno. [...] ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las promesas que le fueron dichas de parte del Señor!’ ”. Palabra de Dios / Te alabamos, Señor
MEDITACIÓN “Poco después de la narración de la anunciación, el evangelista Lucas nos guía tras los pasos de la Virgen de Nazaret hacia ‘una ciudad de Judá’. María llegó allí ‘con prontitud’ para visitar a Isabel. [...] Así pues María, movida por la caridad, se dirige a la casa de su pariente. Cuando entra, Isabel, al responder a su saludo y sintiendo saltar de gozo al niño en su seno, ‘llena de Espíritu Santo’, a su vez saluda a María [...] Parece ser de importancia fundamental lo que dice al final: ‘¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!’4 [...] “María es ‘feliz porque ha creído’: ha sido la primera en creer. Desde el momento de la Anunciación y de la concepción, desde el momento del nacimiento en la cueva de Belén, María siguió paso tras paso a Jesús en su maternal peregrinación de fe”. San Juan Pablo II (1987). Carta Encíclica Redemptoris Mater, nn. 13, 16. Ciudad del Vaticano. 4Lc 1, 45
PETICIÓN Te pedimos, Madre de la fe, por la salud e intenciones del papa Francisco. Que su visita produzca muchos frutos espirituales en los chilenos, sembrando la fe, la paz y unidad de nuestros pueblos.
Con María, roguemos al Señor / Escúchanos, Señor, te rogamos.
“Te saludamos con Isabel: ¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre!”
San Juan Pablo II (3 de julio de 1986), Oración, Chiquinquirá, Colombia.
¡Oh María, Madre de Jesús, nuestro Salvador y nuestra buena Madre! Nosotros venimos a ofrecerte, con estos obsequios que colocamos a tus pies, nuestros corazones deseosos de serte agradable, y a solicitar de tu bondad un nuevo ardor en tu santo servicio.
Dígnate a presentarnos a tu Divino Hijo, que en vista de sus méritos y a nombre de su Santa Madre, dirija nuestros pasos por el sendero de la virtud. Que haga lucir con nuevo esplendor la luz de la fe sobre los infortunados pueblos que gimen por tanto tiempo en las tinieblas del error. Que vuelvan hacia Él, y cambien tantos corazones rebeldes, cuya penitencia regocijará su corazón y el tuyo. Que convierta a los enemigos de su Iglesia y que en fin, encienda por todas partes el fuego de su ardiente caridad, que nos colme de alegría en medio de las tribulaciones de esta vida y dé esperanzas para el porvenir. Amén.
16 de noviembre
“Con su gracia, sabréis ser generosos”
Reflexión
“Cristo nos está pidiendo que no permanezcamos indiferentes ante
la injusticia, que nos comprometamos responsablemente en la
construcción de una sociedad más cristiana, una sociedad mejor. Para
esto es preciso que alejemos de nuestra vida el odio; que reconozcamos
como engañosa, falsa, incompatible con su seguimiento, toda ideología
que proclame la violencia y el odio como remedios para conseguir la
justicia. El amor vence siempre, como Cristo ha vencido; el amor ha
vencido, aunque en ocasiones, ante sucesos y situaciones concretas,
pueda parecernos incapaz. Cristo parecía imposibilitado también. Pero
Dios siempre puede más. [...]
Con Cristo, con su gracia, sabréis ser generosos para que todos vuestros
hermanos los hombres, y especialmente los más necesitados, participen
de los bienes materiales y de una formación y una cultura adecuada a
nuestro tiempo, que les permita desarrollar los talentos naturales que
Dios les ha concedido. De ese modo será más fácil conseguir los objetivos
de desarrollo y bienestar imprescindibles para que todos puedan llevar
una vida digna y propia de los hijos de Dios”.
San Juan Pablo II (2 de abril de 1987). Discurso. Santiago, Chile.
Petición
Perdónanos, Señor, por todas las veces en que hemos sido indiferentes
al sufrimiento o a la injusticia, o que nos hemos dejado llevar por el odio.
Ayúdanos a ser instrumentos de tu paz y amor.
Con María, roguemos al Señor/ Escúchanos, Señor, te rogamos.
Meditación del papa Francisco
“A ti nos encomendamos, Salud de los enfermos, que al pie de la cruz fuiste asociada al dolor de Jesús, manteniendo firme tu fe.
Tú, Salvación del pueblo, sabes lo que necesitamos y estamos seguros de que lo concederás para que, como en Caná de Galilea, vuelvan la alegría y la fiesta después de esta prueba.Ayúdanos, Madre del Divino Amor, a conformarnos a la voluntad del Padre y hacer lo que Jesús nos dirá, Él que tomó nuestro sufrimiento sobre sí mismo y se cargó de
nuestros dolores para guiarnos a través de la cruz, a la alegría de la resurrección Madre amantísima, acrecienta en el mundo el sentido de pertenencia a una única y gran familia, tomando conciencia del vín-
culo que nos une a todos, para que, con un espíritu fraterno y solidario, salgamos en ayuda de las numerosas formas de pobreza y situaciones de miseria. Anima la firmeza en la fe, la perseverancia en el servicio y la constancia en la oración”.
S.S. Francisco (25 de abril de 2020).
Reflexión
Después de escuchar la Palabra de Dios y el texto del Papa, reflexionamos en silencio o en comunidad, preguntándonos: ¿Qué
me sugiere Dios para mi vida? ¿Qué nos sugiere Dios para nuestras vidas?
Petición
Junto al papa Francisco, pedimos: “Consuelo de los afligidos, abraza a todos tus hijos atribulados, haz que Dios nos libere con su mano poderosa de esta terrible epidemia y que la vida pueda reanudar su
curso normal con serenidad”.
Con María, roguemos al Señor Escúchanos, Señor, te rogamos.
La sociedad mundial no es el resultado de la suma de los distintos
países, sino que es la misma comunión que existe entre ellos.
Fratelli Tutti, 149