La devoción al Sagrado Corazón de Jesús nos ayuda a recordar su gran amor a la humanidad y a demostrar amor y gratitud a cambio…
Practicar la devoción al Sagrado Corazón de Jesúsnos ayuda a recordar su gran amor y a demostrar amor y gratitud a cambio. Como resultado, nuestro profundo amor por Cristo nos ayuda a vivir mejor de acuerdo con Sus mandatos y nos anima a reparar a nosotros mismos y a los demás cuando fallamos.
Además de los muchos beneficios inherentes a la devoción, muchas bendiciones y recompensas adicionales se asocian con esta devoción
También hay una serie de prácticas específicas asociadas con la devoción al Sagrado Corazón, algunas de las cuales llevan la promesa de bendiciones especiales. Algunas prácticas incluyen:
Veneración de la imagen del Sagrado Corazón
La consagración / entronización del propio hogar al Sagrado Corazón de Jesús (y la consiguiente obligación de vivir de acuerdo con la consagración)
Actos de reparación al Sagrado Corazón de Jesús
Uso de la insignia del Sagrado Corazón
Devoción de los Nueve Primeros Viernes
También se pueden realizar actos especiales de veneración o reparación especialmente en los días festivos y durante el mes de junio.
1.- Háblale al Sagrado Corazón de Jesús
Amado Corazón de Jesús, Tú Permaneces como mi amante fiel y eterno, aunque yo vaya dando tumbos por el camino del amor, tu amor. Quieres que yo dé mucho fruto, pero para eso debo vivir unido a Ti, unido a tu sacratísimo corazón y a tu Palabra que es la semilla que alimenta al mío.
Dame de tu fuerza, de tu coraje, de tu amor y de tu perdón. Necesito a diario esas cuatro cosas en mi vida para tener la dirección correcta. Quiero hacer de mi vida una vida de servicio, obrar bien por los míos y por mi prójimo, desvivirme por ellos como Tú lo hiciste por mí.
Al final de mis días eso es lo que contará, no mi prestigio, riqueza, poder o belleza. Sé que quieres que construya mi vida sobre el amor que brota de tu Sagrado Corazón, que permanezca siempre firme y lleno de tu bondad. Confío en que Tú me llevarás seguro con la fuerza sanadora que emerge de tu Corazón.
Confío en Ti, confío en tu amor, confío en que me ayudas y me regalas tu bendición en todos los momentos de mi vida.
Sagrado Corazón de Jesús, quiero amarte con verdadero amor.
Amén
2.- Oración inicial
Sagrado Corazón de Jesús, necesito de tu fuerza que todo lo restaura, tu poder que sana y libera y conduce por nuevos caminos llenos de bendiciones.
Tú conoces lo que hay en mi corazón: quiero amarte y servirte, no porque sea un mandato, sino porque lo acepto como una petición de amor respetuosa y lleno de gozo por hacer tu voluntad, la cual, con ella siempre me diriges y quieres lo mejor para mí.
Sagrado Corazón de Jesús, quiero seguir tus pasos, vivir lo que Tú mismo viviste, amar lo que Tú amas, despreciar el mal que te aleja de mí.
Te amo, creo en tus mandamientos, que no son otra cosa que peticiones de amor que brotan de tu sagrado corazón. Amén. Sagrado Corazón de Jesús en ti confío.
Amén.
3.- Reflexión día 27:
¡El premio final!
¡Qué premio tan hermoso te ha reservado el Sagrado Corazón! Es el momento en que, ; el solo pensamiento hace estremecerse: el momento de la muerte.
Ante este pensamiento, el hombre tiembla, se agita; sin embargo, debe afrontarlo con amor y con la esperanza puesta en la misericordia de Dios.
Jesús te sonríe y quiere asegurarte la muerte santa, la muerte del justo. Entre las promesas que hizo a Santa Margarita María quiere recordar este punto:
“Mi corazón será para todos mis devotos el seguro asilo en vida y especialmente en el momento de la muerte”.
Si quieres, pues, afrontar la muerte con la calma del justo, trata de creer en Jesús, de vivir en Jesús. Entonces será cuando Él te dirá estas dulces palabras: “Hoy estarás conmigo en el paraíso”
Rezar un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria.
4.- Oración final
Amantísimo Corazón de Jesús, de Ti provienen abundantes gracias, misericordia y perdón, defiendes a los oprimidos, ayudas a los más débiles, rescatas a los que son despreciados.
Una y otra vez intervienes en cada una de mis debilidades, me acoges, me perdonas y me invitas a convertirme de corazón.
Sagrado Corazón de Jesús, Tú lo sabes todo, Tú escudriñas la profundidad de nuestros corazones y ves nuestro interior, conoces mi debilidad.
Quiero aprender a perdonar y a pedir perdón, a reconocerme pecador y no juzgar a los demás, más bien acudo a Ti, que eres la fuente de la misericordia, para que pongas en mí la gracia de ser misericordioso.
Quiero sabe inyectar esperanzas en vez de condenas. Derrama tu amor en mi corazón para solidarizarme con todos. No permitas que sea indiferente ante las personas que necesitan de una palabra de consuelo.
Te suplico, Oh Dios mío, que extiendas tu mano en estos momentos sobre mis heridas y sánalas con tu inmenso amor. Eres el dueño de mi vida. Todo te lo entrego.
Sagrado Corazón de Jesús en Ti confío.
Nota final: El Sagrado Corazón de Jesús quiere inspirar a los corazones de hombres y mujeres de nuestros días para que puedan estar fortalecidos ante los continuos ataques de antivalores de esta sociedad y además infundirles un gran deseo de llevar a cabo grandes obras de las que se creen ser incapaces de realizar.
El Corazón de Jesús le dijo a Santa Margarita María Alacoque:
“Si quieres agradarme confía en Mí. Si quieres agradarme más, confía más. Si quieres agradarme inmensamente, confía inmensamente en Mí”
Meditación: Jesús,
mi corazón se ha puesto triste...porque Tú, que tanto nos quisiste, que nos redimiste, nos miras a través de los siglos y nos dices lleno de dolor y de amor: "...la falta de confianza lastima mis
entrañas...". Señor, Tú sabes lo que siento cuando te veo clavado y muriendo por Amor, pero sin recibir amor, pues hoy nuevamente te lo negamos. No confiamos en Vos, no creemos que eres el único
Dios, no vivimos para Vos, pues si te amáramos confiaríamos en Ti, y Tú serias nuestro único descanso. Señor, mi amado, Tu sabes que te amo y que por ti clamo, pero también sabes cuan pequeño es
mi amor, pues muchas veces te he negado. Hoy Te pido perdón, y como sabes bien que Tú eres mi querer, te pido que aumentes mi fe, que me bañes en el manantial de Tu amor, para ser así el más fiel
a mi Rey. Que sea como Tu Mamá: fiel por toda la eternidad. Y hoy te digo despacito y al oído, a Ti, Mi Cristo, a Ti, Mi Señor Bendito: "Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío. Sé
mío".
Jaculatoria:¡Enamorándome
de Ti, mi Amado Jesús!
¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende
en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir
siempre si. Amén.
Florecilla: Digamos
varias veces al día "Sagrado Corazón de Jesús en Ti confío, más aumenta mi fe".
Oración:
Amadísimo Jesús Redentor mío Tú que eres amor, invádeme
Tú que eres Santo, santifí ...came Tú
que eres Fuente viva, sáciame
Tú que eres Entrega, utilízame Tú que eres Presencia, utilízame
Tú que eres presencia, envuélveme Tú que eres Plenitud, lléname
Tú que eres Centro, céntrame en ti Rebósame de Ti y muéstrame tu rostro
Hazme capacidad Hazme silencio Hazme reflejo de tu Amor.
Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.
DÍA 27 - PIDAMOS AL SAGRADO CORAZÓN, POR EL AUMENTO DE ESTA DEVOCIÓN EN NOSOTROS Y EN TODO EL MUNDO
I ¿Podríamos dejar olvidada
esta súplica entre las muchas que acabamos de dirigir estos días al Sacratísimo Corazón de Jesús? ¿Podríamos dejar de interesarnos vivamente en su presencia, para que cada día sea más y más
ardiente en nosotros y en todo el mundo esta devoción? Con esto ejercerémos en favor de los hombres y por su eterna salvación el más fecundo apostolado.
Mira cómo se esfuerzan los mundanos por propagar sus ideas; mira cómo sufren por lograr lo que persiguen y cómo se
exponen a diversos contratiempos. ¿Qué podríamos hacer nosotros para extender algo más el amor a Jesús? ¿Qué hemos hecho hasta hoy? ¿Qué nos proponemos hacer en adelante? ¿Qué propósitos pensamos
concretar en el ámbito donde nos movemos, entre nuestros amigos o familias o por lo menos en nosotros mismos?
¡Oh buen Jesús! Bien quisiera yo extender por todo el mundo, y hacer conocer a todos los hombres las riquezas de Tu
Corazón; pero ya que mis fuerzas son pocas para tan enorme apostolado, te suplico, Jesús mío, que seas Tú quien a todos se dé a conocer para que crezca cada día el número de los que te aman y
sirven. Sea yo uno de ellos, Rey de las almas; hazme discípulo fiel, amigo fervoroso de Tu Sagrado Corazón.
Medítese unos minutos.
II Grandes gracias puede estar
seguro de recibir del Sagrado Corazón el que de veras se dedique a propagar entre sus hermanos y a aumentar en sí mismo esta devoción suya. Oigamos las palabras del Salvador a Santa Margarita en
sus revelaciones: A los que "trabajen, dice, en extender el culto de mi Sagrado Corazón, les daré abundantemente
las gracias necesarias a su estado, pondré paz en sus familias, les consolaré en sus penas, seré su amparo en la vida y en la muerte, bendeciré sus empresas cristianas. A los Religiosos que
trabajen en la conversión de los pecadores, les daré fuerzas con que ablandar y mover los corazones más endurecidos. Las casas en que se halle expuesta mi imagen, estarán llenas de mis
bendiciones. Los que se dediquen a dar a conocer mi culto, tendrán su nombre escrito en mi corazón, y jamás se borrará de él".
¡Oh Sagrado Corazón!, a quien atentos hemos acudido a festejar cada día de este devoto mes! que se cumplan en
nosotros, tus amigos, estas tan consoladoras promesas! Aquí nos tienes para renovarte el propósito de eterna fidelidad y constancia en Tu servicio, y en el apostolado de Tu Corazón. Reina en
nosotros y en nuestras casas, pueblos y ciudades; preside todos nuestros proyectos, anima todos nuestros pensamientos, que se dirijan todos a uno solo: el de promover sin descanso Tu
gloria.
¡Oh dulce Jesús! ¡Dichoso quien así viva en Ti, y en Ti muera! Que siempre sea Tu Corazón nuestro tesoro en vida
para que lo sea también en toda la eternidad, donde juntos te alabemos, gocemos y poseamos para siempre. Amén.
Medítese, y pídase la gracia particular.
ORACIÓN Y ACTO DE CONSAGRACIÓN
Rendido a tus pies, ¡oh Jesús mío!, considerando las inefables muestras de amor que me has dado y las sublimes lecciones que me enseña de continuo tu adorabilísimo Corazón, te pido humildemente la gracia de conocerte, amarte y servirte como fiel discípulo tuyo, para hacerme digno de las gracias y bendiciones que generoso concedes a los que de veras te conocen, aman y sirven.
¡Mira que soy muy pobre, dulcísimo Jesús, y necesito de Ti como el mendigo de la limosna que el rico le ha de dar! Mira que soy muy ignorante, oh soberano Maestro, y necesito de tus divinas enseñanzas, para luz y guía de mi ignorancia! ¡Mira que soy muy frágil, oh poderosísimo amparo de los débiles, y caigo a cada paso, y necesito apoyarme en Ti para no desfallecer! Sé todo para mí, Sagrado Corazón: socorro de mi miseria, luz de mis ojos, báculo de mis pasos, remedio de mis males, auxilio en toda necesidad. De Ti lo espera todo mi pobre corazón. Tú lo alentaste y convidaste cuando con tan tiernas palabras, dijiste repetidas veces en tu Evangelio:
Venid a Mí,… Aprended de Mí… Pedid, llamad…
A las puertas de tu Corazón vengo pues hoy, y llamo, y pido, y espero. Del mío te hago, oh Señor, firme, formal y decidida entrega. Tómalo, y dame en cambio lo que sabes me ha de hacer bueno en la tierra y dichoso en la eternidad. Amén.
Aquí se rezará tres veces el Padre Nuestro, Ave María y Gloria, en recuerdo de las tres insignias, cruz, corona y herida de la lanza, con que se apareció el Sagrado Corazón a Santa Margarita María Alacoque.
Día 27. Corazón de Jesús. Fuente de todo consuelo.
Tú vienes al mundo para hacer la voluntad del Padre. Es Tu manjar. Tú nos das fuerza y consuelo para cumplirla, haciendo lo que Él quiere y queriendo lo que Él va haciendo con nosotros.
Tu Corazón, Jesús, es manantial inagotable de misericordia. Pecadores, nos ofreces, sin cansarte, Tu perdón generoso. No te importan las miserias, lo que quieres es amor. No te importan las flaquezas, lo que quieres es confianza. Os pido—dices—que «tengáis confianza en Mí, cualquiera que sea el estado de vuestra alma. Acordaos de esto: Amé también a Judas»,
Tu Corazón abierto, Señor, es nuestro consuelo. Esperanza para los arrepentidos, compasión para cuantos Te invocan. Bueno con los que Te buscan. Delicioso para los que Te encuentran, y tan suave y condescendiente, tan amante, si reconocemos nuestra miseria. ¡Tan paternalmente maternal con nosotros!
Ayúdame, Señor. Quiero ser también Tu consuelo. Escoges almas para que vivan en íntima comunión Contigo. Quiero aceptar Tu invitación: «Ocúpate en Mi Amor, pues no hay ningún huérfano tan abandonado como Yo».
Danos fuerza para consolarte, haciendo siempre la voluntad del Padre, «teniendo la intención recta en todas nuestras acciones, enderezándolas a Ti, y pretendiendo en ellas sólo servir y complacer a Tu Divina Bondad».
Corazón de Jesús, Fuente de todo consuelo. En Ti confiamos.
DÍA 27 (27 de junio): Corazón de Jesús, paz y reconciliación nuestra Reflexión (3 de septiembre de 1989) “Toda la historia de la salvación no es más que la narración admirable de las intervenciones de Dios en favor del hombre a fin de que éste, en la libertad y en el amor, vuelva a Él; a fin de que a la situación de fractura suceda una situación de reconciliación y de amistad, de comunión y de paz. En el Corazón de Cristo, lleno de amor hacia el Padre y hacia los hombres, sus hermanos, tuvo lugar la perfecta reconciliación entre el cielo y la tierra: Fuimos reconciliados con Dios - dice el Apóstol - por la muerte de su Hijo" (Rm 5,10). Quien quiera hacer la experiencia de la reconciliación y de la paz, debe acoger la invitación del Señor y acudir a El (Mt 11,28).
En su Corazón encontrará paz y descanso; allí, su duda se transformará en certidumbre; el ansia, en quietud; la tristeza, en gozo; la turbación, en serenidad. Allí encontrará alivio al dolor, valor para superar el miedo, generosidad para no rendirse al envilecimiento y para volver a tomar el camino de la esperanza”. Propósito: Pasar un largo rato con mi familia, buscando hacer alegres a los demás.
Jaculatoria: CIENCIA del Corazón de Jesús, enseñad mi corazón.