ORACIÓN PREPARATORIA PARA TODOS LOS DÍAS
Omnipotente y sempiterno Dios, que hiciste que San Cayetano confiando en vuestra Providencia despreciara las cosas de la tierra y se viera enriquecido con abundantes bienes celestiales; concedednos que los que imploramos los efectos de vuestra admirable Providencia seamos socorridos en nuestras necesidades por su intercesión. Os lo pedimos por nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Oración para todos los días
Oh Glorioso San Cayetano, tú estudiaste para ser un abogado defensor, pero cuando sentiste que el Señor te estaba llamando a su servicio, lo abandonaste todo y te hiciste sacerdote.
Te destacaste con grandes virtudes, rechazando todas las recompensas materiales por tu trabajo, ayudando a muchas personas sin empleo en tu tiempo.
Tú otorgaste préstamos con intereses bajísimos y atraiste a una gran cantidad de benefactores que donaron sus recursos para que tú pudieras seguir con tus actividades.
Míranos con misericordia. Deseamos encontrar un empleo pueda ayudar a nuestras familias a vivir con dignidad.
Escucha nuestras súplicas, Amado santo, tú que fácilmente pudiste renunciar al plato de comida en tu mesa para ayudar a los necesitados, te pido humildemente que eleves nuestras peticiones al Señor Jesús.
- Aquí se hace la petición -
Rezar el Padrenuestro, Avemaría y Gloria
San Cayetano, ora por nosotros. Amén
ORACIONES FINALES
Para alcanzar esta gracia y las demás que deseamos obtener por intercesión de San Cayetano, rezaremos tres Padrenuestros a la Santísima Trinidad. Después se dirá la oración final, compuesta por San Cayetano.
Oración compuesta por San Cayetano. "Mirad, oh Señor y Padre Santo, desde vuestro Santuario y lugar excelso donde habitáis en el cielo y fijad vuestra mirada en esta Hostia Santa que os ofrece nuestro gran Pontífice vuestro Hijo Santísimo y Señor nuestro Jesús por los pecados de sus hermanos, y perdonadnos nuestras muchas culpas. He aquí la voz de la sangre de nuestro Hermano Jesús que clame a Vos desde la Cruz. Escuchad, ¡oh Señor!, aplacaos, atended y enviad vuestro socorro; no lo retardéis, Dios mío, por vuestra gran bondad ya que vuestro nombre ha sido invocado sobre nosotros, sobre esta ciudad y sobre todo este pueblo y obrad con nosotros según vuestra misericordia".
Oh Dios!, Protector de los que en Vos confían sin cuyo poder y gracia nada existe de bueno y santo; derramad copiosamente sobre nosotros vuestra misericordia para que, a ejemplo de San Cayetano, usemos de tal modo de los bienes temporales que no perdamos los eternos de la gloria. Os lo pedimos por nuestro Señor Jesucristo Amén.
Oración para el primer día
Oh San Cayetano, tú fuiste un verdadero modelo de virtudes entre los sacerdotes de tu tiempo. Nunca buscaste recompensa o pago alguno por tu ministerio, y enseñaste a las personas a rezar el rosario y a desarrollar el hábito de las devociones a los santos.
Tú fuiste verdaderamente un pastor espiritual, y tu preocupación estuvo dirigida siempre a la salvación de las almas. Pero a pesar de todo esto, también estabas conscientes de que con los estómagos hambrientos, los fieles tendrían serias dificultades en la comprensión de la Palabra de Dios.
Te embarcaste en la hermosa aventura de ayudarlos, no sólo dándoles pan, sino ayudándolos a ganarse la vida mediante el trabajo digno.
Míranos con compasión, oh glorioso santo. Tenemos muchas personas desempleados en medio de nosotros y sus familias atraviesan por hambre y necesidad.
Te pedimos que nos guíes, a padres y madres, que estamos en la búsqueda de un trabajo con el que podamos sostenernos como familia. Amén.
Oración para el segundo día
A pesar de tu apretada agenda, oh querido santo, tú pasabas ocho horas al día en la oración. Tu felicidad consistía en estar unido con Jesús, degustar su presencia en la Eucaristía.
Guíanos para que también nosotros seamos como tú y le demos prioridad a la oración en nuestra vida. Permítenos disfrutar de la presencia de Jesús y ayúdanos a ser contemplativos como tú.
Inspíranos a entender que la oración no es sólo pedir a Jesús por nuestras necesidades, sino estar con Él, deleitándose en su presencia.
Te pedimos, oh querido santo, que nos lleves en esta dirección, para que también nosotros podamos aprender a deleitarnos en la presencia amorosa y protectora de Jesús. Amén.
Oración para el tercer día
Desde tu muerte, querido San Cayetano, los desempleados del mundo han buscado tu intercesión. El trabajo es una de las claves para una vida feliz.
Mira con piedad a las millones de personas en nuestro país que se despiertan cada mañana sin la certeza de encontrar la comida para sus familias, ya que no tienen trabajo.
Estas personas se convierten en víctimas de la desesperación y algunos incluso recurren a delitos para sobrevivir. Ayudar a nuestros gobernantes a formular políticas que traigan empleo y bienestar.
Tu que estableciste un banco para los necesitados inspirar a los líderes políticos para que amplíen préstamos y ayuda financiera a los pobres para que puedan atender a las necesidades básicas de sus familias. Amén.
Oración para el cuarto día
O Glorioso San Cayetano, al igual que aquella sociedad en la que viviste, nosotros también estamos acosados por el mismo conjunto socio económico en donde los pobres son cada vez más pobres y los ricos, más ricos.
Tú ayunaste de manera que, el dinero ahorrado, lo pudiste utilizar para comprar comida para los pobres, no aceptaste ningún tipo de pago por tu ministerios debido a que tú querías que la gente ayudara a los necesitados.
Viviste muy modestamente debido a que quisiste enseñar a los ricos sobre la necesidad de compartir.
Mira con piedad a nuestra sociedad en la que se desperdician recursos en la compra de bienes inútiles, mientras que los pobres y los necesitados entre nosotros no han recibido los artículos de primera necesidad.
Inspíranos a compartir para que nadie entre nosotros pase hambre, y que todo el mundo pueda vivir con dignidad. Amén.
Oración para el quinto día
Oh Glorioso San Cayetano, tú que pasabas largas horas ayudando a los enfermos y trabajaste hasta el agotamiento para ayudar a las víctimas de plagas que eran muy frecuentes en tu tiempo.
Tú cuidaste de los enfermos no sólo para curarlos, sino para guiarlos hacia una muerte feliz. Tú quisiste sus almas y corazones, no sus cuerpos.
Ayúdanos a entender que tenemos que prepararnos para una buena muerte. Que nosotros podamos ver también que la más terrible enfermedad que podemos tener es nuestro pecado, y siempre tenemos que examinarnos a nosotros mismos por los pecados que cometemos a diario.
Inspíranos a tener el corazón arrepentido para que siempre podamos estar preparados para recibir al Señor. Amén.
Oración para el sexto día
O humilde San Cayetano, Tú hablaste con gobernantes y reyes, pero nunca les diste mucha importancia. Tú sabías que el prestigio, el honor y las posiciones en la sociedad sólo podrían ser buenas si eran usadas para ayudar a los necesitados y a los pobres.
Por esta razón, tú también confrontaste a tiranos y estuviste en contra de los ejércitos que saquearon, asesinaron, y violaron. Tu humildad no te impidió convertirte en un profeta. Tú solo temías de Jesús.
Ayúdanos a ser humildes y modestos, sabiendo que ante Dios, nosotros somos nada. Sólo podemos ser alguien si nos encontramos de cerca con Jesús.
Inspíranos a seguir sus pasos para que nosotros también podamos luchar por la justicia y ayudar a detener la corrupción en nuestro gobierno. Amén.
Oración para el séptimo día
Oh Glorioso San Cayetano, tus incesantes ayunos y penitencias ayudó a mucha gente a entender que Dios debe ser amado por sobre todas las cosas y por encima de todas las personas.
Te sacrificabas para que nada ni nadie pudiera bloquearte en amar a Dios con toda tu alma, mente, corazón y cuerpo. Al comer poco, mostraste a los demás que el hombre no vive solamente de pan.
Renovaste la fe de muchas personas, tocaste sus corazones, y ayudaste en mucho a la reforma de la Iglesia. Inspíranos a ayunar y hacer penitencia por nuestros pecados.
Infúndenos el espíritu de sacrificio para que nosotros, también, podemos amar a Dios intensamente como tú lo hiciste. Amén.
Oración para el octavo día
Oh Glorioso San Cayetano, te dolía ver la Iglesia Católica dividida en grupos hostiles. Tú siempre oraste por la unidad en la Iglesia, pidiendo laicos, sacerdotes y obispos para que apoyaran al Papa a través de la predicación, la oración y el sacrificio.
Tú viste a la Iglesia como esposa de Cristo, el sacramento por el cual los hombres y las mujeres pueden llegar a ser santos. Tú trabajaste muy duro para que muchos protestantes regresaran a la Iglesia Católica, y predicaste contra los reformadores que atacaban el corazón de las enseñanzas católicas.
Enséñanos a continuar trabajando por la unidad de la Iglesia y, al mismo tiempo, defenderla de sectas y movimientos religiosos que la atacan constantemente.
Inspíranos a seguir tu camino. Amén.
Oración para el noveno día
Oh Glorioso San Cayetano, Tú recibiste muchas bendiciones especiales de Jesús, visiones y experiencias místicas debido a tu unión íntima con Él.
Al contemplar el misterio de la encarnación, María se te apareció y puso en tu regazo al niño Jesús. Sostuviste al bebé e hiciste de tu corazón su dulce morada.
Jesús te amó verdaderamente y su Madre Santa confió en ti. Escucha nuestras súplicas en este último día de nuestra novena y preséntaselas al Niño Dios.
Demuéstranos que ahora en el cielo tú estás más cerca de Jesús y escucha tus ruegos. Amén.
¡Oh glorioso San Cayetano! Aclamado por todas las Naciones; Padre de Providencia, porque con portentosos milagros socorres a cuantos te invocan con fe en sus necesidades. Te suplico me obtengas del Señor oportuno Socorro en las angustias presentes y sea ello prueba de la bienaventuranza eterna. Amén.
Santísima Trinidad ¡Oh Divina Providencia! Concédeme tu clemencia, por tu infinita bondad, arrodillado a tus plantas, a Ti portento de toda caridad, te pido por los míos casa, vestido y sustento.
Concédenos la salud, llévanos por buen camino, que sea siempre la virtud que guie nuestro destino. Tú eres toda mi esperanza, eres el consuelo mío, en Ti creo, en Ti confío. Tu Divina Providencia se extienda a cada momento para que nunca nos falte casa, vestido, sustento y los Santos Sacramentos en el último momento.
Glorioso San Cayetano, aclamado por todos los pueblos padre de providencia porque socorres con grandes milagros a cuantos te invocan en sus necesidades: acudo a tu altar, suplicando que presentes al Señor los deseos que confiadamente deposito en tus manos.
(Aquí se expresan las gracias que se desea obtener)
¡Oh glorioso San Cayetano Padre de la Providencia!, no permitas que en mi casa me falte la subsistencia y de tu liberal mano una limosna te pido en lo temporal y humano.
¡Oh glorioso San Cayetano!, Providencia, Providencia, Providencia.
(Aquí se pide la gracia que se desea conseguir)
Glorioso San Cayetano, aclamado por todos los pueblos, Padre de providencia porque socorres con grandes milagros a cuantos te invocan en sus necesidades: acudo a tu altar, suplicando que presentes al Señor los deseos que confiadamente deposito en tus manos.
– Pedir la gracia que desea conseguir –
Haz que estas gracias, que ahora te pido, me ayuden a buscar siempre el Reino de Dios y su Justicia, sabiendo que Dios que viste de hermosura las flores del campo y alimenta con largueza las aves del cielo me dará las demás cosas por añadidura.
En el nombre de Jesús.
Amén.
Rezar el Padrenuestro, Avemaria y Gloria
Oh glorioso San Cayetano, Padre de la providencia, no permitas que en mi casa nunca me falte para la subsistencia y siempre cuente con el auxilio divino para suplir todas nuestras necesidades
Y de tu mano generosa que todo lo puedes alcanzar del Señor, una limosna te pido en todo lo temporal y humano.
Oh glorioso San Cayetano, confiamos en la providencia de Dios, y tu providencia de intercesión.
– Pedir la gracia que desea conseguir –
Rezar Padrenuestro, Avemaria y Gloria
Jaculatoria:
Glorioso San Cayetano, intercede por nosotros ante la Divina Providencia.
En el nombre de Jesús.
Amén
Dios de todo consuelo, Padre misericordioso, que vez en lo secreto y conoces nuestras necesidades, que alimentas a los pájaros del cielo y vistes a los lirios del campo, te pedimos, oh Señor nuestro, por intercesión de San Cayetano, que nos ayudes a vivir siempre en tu amor y en el de nuestros hermanos, y así nos otorgues la gracia de que no nos falte el pan y el trabajo de cada día.
Oh glorioso San Cayetano, confiamos en la providencia de Dios, y tu providencia de intercesión.
– Pedir la gracia que desea conseguir –
Rezar Padrenuestro, Avemaria y Gloria
Jaculatoria
Glorioso San Cayetano, intercede por nosotros ante la Divina Providencia.
Te lo pedimos por Nuestro Señor Jesucristo tu Hijo, que vive y reina Contigo, en unidad con el Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén.