¡Oh Santísima Virgen María, reina del purgatorio! Venimos a depositar tu corazón inmaculado una plegaria en favor de las benditas almas que expiran sus faltas del en el purgatorio. Dígnate escucharnos, benignísima Señora y Madre Nuestra, si ésta es tu voluntad y la de tu santísimo hijo. Amén.
1.- ¡Oh María reina del purgatorio! Te rogamos por aquellas almas, por lo cuales tenemos o podemos tener alguna obligación, sea de caridad o de justicia .
Dios te Salve María… Dales, señor el eterno descanso y luzca para ellas la luz eterna. Descansen en paz. Así sea.
2.- ¡Oh María reina del purgatorio! Te rogamos por el alma de los abandonados y olvidadas, por las cuales nadie ruega. Tú, ¡oh Madre!, que te acuerdas de ellas, aplícales por los méritos y de los santos, y así como encontrara saludable, el refrigerio.
Dios te Salve María… Dales, señor el eterno descanso y luzca para ellas la luz eterna. Descansen en paz. Así sea.
3.- ¡ Oh María reina del purgatorio! Te rogamos, de la manera más especial, por aquellas almas que han de estar más tiempo padeciendo y satisfaciendo a la divina justicia. Ten compasión de ellas, ya que no pueden merecer, abrevia sus penas y derrama sobre ellas el bálsamo de tus consuelos.
Dios te Salve María… Dales, señor el eterno descanso y luzca para ellas la luz eterna. Descansen en paz. Así sea.
4.- ¡Oh María, reina del purgatorio! Te rogamos, por las almas que han de salir más pronto de ese lugar de penas y expiación para que cuanto antes vayan a cantar en tu compañía las eternas misericordias del Señor.
Dios te Salve María… Dales, señor el eterno descanso y luzca para ellas la luz eterna. Descansen en paz. Así sea.
5.- ¡Oh María reina del purgatorio! Te rogamos, finalmente, de una manera muy particular, por las almas que más padecen. Es verdad que todas sufren con resignación, pero sus penas son atroces que no podemos ni siquiera imaginarlas. Intercede por ellas, que Dios escuche tus maternales plegarias.
Dios te Salve María… Dales, señor el eterno descanso y luzca para ellas la luz eterna. Descansen en paz. Así sea.
Oración final: Señor Nuestro Jesucristo, por intercesión de tu Santísima Madre te hacemos estas súplicas a favor de las Benditas Ánimas del Purgatorio.
Oh María, ten piedad de las Almas que esperan la purificación de sus pecados en el sufrimiento y no tienen a nadie en la tierra que piense y ore por ellas. Oh buena Madre de Jesús y Madre nuestra, inspira en muchos cristianos caritativos el pensamiento de orar por ellos, y busca en tu Corazón materno los caminos para aliviarlos. Oh Madre del auxilio perpetuo, ten piedad de las almas más abandonadas del Purgatorio.
Jesús misericordioso, concédeles el descanso eterno. Amén.
La Santísima Virgen María y las almas del Purgatorio
El dolor también se atenúa extraordinariamente en las almas que eran especialmente devotas a María. Esta dulce Madre va a consolarlas, y siendo Ella el candor de la Luz Eterna y un espejo inmaculado, les muestra, en Ella, el esplendor reflejado de la Gloria de Dios.
María es Madre de la Iglesia, por eso está cerca de cada niño. Pero de una manera especial está al lado de los más débiles, de los pequeños, de los perseguidos, de los moribundos, de todos los que aún no han logrado la plena comunión con Dios.
Esta posición de la Virgen también fue subrayada por el Concilio Ecuménico Vaticano II: “Asunta al cielo, no dejó esta función de salvación, sino que con su intercesión múltiple continúa obteniendo para nosotros las gracias de la salud eterna. Con su caridad materna cuida a los hermanos de su Hijo que todavía vagan y se encuentran en medio de peligros y angustias, hasta que son conducidos a la patria bendita”
Ahora, entre los que aún no han sido admitidos a la patria bendita están las Almas en el Purgatorio. Y la Virgen interviene a su favor. Porque, como le dijera a Santa Brígida de Suecia: “Soy madre de todos los del Purgatorio”.
“Ya que esas almas (en el Purgatorio) tienen más necesidad de alivio (…), y no pueden ayudarse a sí mismas, mucho más allí esta Madre de Misericordia se compromete a ayudarlas” (Las glorias de María)
San Bernardino da Siena (1380- 1444) dijo: “La Virgen visita y ayuda a las Almas del Purgatorio, mitigando sus dolores”.
“Ella obtiene gracias y bendiciones para los devotos de estas Almas, especialmente si estos fieles rezan el Rosario en en sufragio por ellas” (Cf. Sermón 3 sobre el nombre de María).
Santa Brígida de Suecia, nacida en 1303, escribió que la misma Virgen le reveló que las Almas del Purgatorio se sienten apoyadas con sólo escuchar el nombre de María. Los siglos son ricos en otros signos de misericordia de la Madre de Jesús. Pensemos en la historia de las distintas Órdenes religiosas donde la acción de la Virgen está visiblemente a favor de la Iglesia peregrina en la tierra, pero también de la que se purifica en el Purgatorio. Y los mismos hechos relacionados con el uso del escapulario entre los carmelitas muestran cómo un amor auténtico a María, fecundo de obras de caridad, recibe de ella respuestas que derraman una particular influencia positiva también sobre las Almas del Purgatorio.
Finalmente, conviene recordar el testimonio de la monja polaca, santa Faustina Kowalska (1905-1938). Ella escribió en su diario:
“En ese momento le pregunté al Señor Jesús: ‘¿Por quién tengo que rezar todavía?’. Jesús respondió que la noche siguiente me haría saber por quién debería orar. Vi al ángel de la guarda, que me ordenó que lo siguiera. En un momento me encontré en un lugar brumoso, invadido por el fuego y, en él, una enorme multitud de almas sufrientes. Estas almas rezan con gran fervor, pero sin eficacia por sí mismas: sólo nosotros podemos ayudarlas. Las llamas que los quemaban no me tocaron. Mi ángel de la guarda no me abandonó ni un solo momento. Y les pregunté a esas almas cuál era su mayor tormento. Y contestaron unánimemente que su mayor tormento es el ardiente deseo de Dios, vi a Nuestra Señora visitando las almas del Purgatorio. Las almas llaman a María ‘Estrella del Mar’. Ella les trae alivio”.
Virgen amada , conduce y apiádate de tus hijos que claman a ti desde el purgatorio.
Calma su sufrimiento y concédeles el descanso eterno, que las luz perpetua brille para ellos.
Intercede por ellos Santa Virgen del Carmen para que Dios nuestro Señor les otorgue el descanso eterno y conceda para ellos un juicio justo y misericordioso.
Bienaventurados aquellos que han escapado del purgatorio acogidos en tu manto, enciende para ellos la luz Divina y que esas almas compungidas y agobiadas consigan descansar en paz.
Auxílialos desde tu pedestal celestial para que después de tanto tiempo en incertidumbre puedan descansar en paz amen
Ánimas benditas por el amor de Dios, yo les vengo a suplicar por lo más sagrado del cielo y de la corte celestial.
Dios las salve ánimas fieles, en ustedes tengo mi esperanza, como ustedes en mí la tendrán.
Ánimas benditas por el amor de Dios, yo les vengo a suplicar por lo más sagrado del cielo y de la corte celestial.
Me ayuden en mi trabajo, en mi negocio y en mi hogar, que yo no tenga enemigos sino paz y prosperidad, sean mis compañeras en todos los lugares, en los caminos, en las montañas, en el aire y por el mar.
Ánimas fieles, en ustedes tengo mi esperanza, como ustedes en mí la tendrán.
Ánimas benditas por el amor de Dios,yo les vengo a suplicar me ayuden a trabajar como trabajo, ponga yo principalmente, donde ponga mi machete para trabajar,mi hacha para hachar, mi rosa y también mis redes para pescar.
Porque es de necesidad no tenga ninguna dificultad. Ánimas benditas por el amor de Dios,
yo les vengo a suplicar, por lo más sagrado del cielo y de la corte celestial.
Dios las salve ánimas fieles que de mi cuerpo tendrán un alivio y descanso, ánimas por el amor de Dios que mi cuerpo no se ha de ver en prisiones ni en grillos ni en cadenas y si acaso, se han de reventar.
Ánimas en ustedes tengo la esperanza que mi cuerpo no vaya a peligrar, por lo más sagrado del cielo y de la corte Celestial, que mi salud sea perfecta y en mi mente haya claridad con su ayuda espiritual.
Donde está la Virgen y el Arcángel San Gabriel, con esta oración sagrada,nadie se podrá perder.
Su Santo Ángel y su Santa Majestad, la Verónica del cielo, Santísima Trinidad.
Amén.
Jesús, Señor Nuestro, Tú pasaste la noche anterior a tu pasión en el Huerto de los olivos, en Getsemaní. Has conocido todos los pecados del mundo, una carga que te aplastó e hizo sudar sangre. Los apóstoles se quedaron dormidos y no tuvieron fuerza para velar contigo durante las horas más duras. Solamente tu Padre Celestial se conmovió y te envió un ángel para consolarte y darte fuerzas durante tu angustia de muerte.
Señor, mira nuestros hermanos en el purgatorio. Ellos sufren más de lo que pueden sufrir un humano en la tierra y Tú deseas que seamos compasivos con su angustia y sufrimiento. Tú nos das la oportunidad de hacer algo por ellos, de rezar por ellos, de ofrecer algo en su nombre, pero principalmente, les podemos ofrecer la Santa Misa. Sí, también podemos enviar a nuestro ángel custodio para que éste, con el Poder de tu Sangre, los consuele y fortalezca. ¡Cuán misericordioso fue Dios con su Hijo en el Huerto de los Olivos! De la misma manera Él desea que nosotros también seamos misericordiosos con la Iglesia que sufre en el purgatorio.
Jesús, recuerda tu soledad en el Huerto de los Olivos. Recuerda cuanto bien te hizo cuando el ángel de tu Padre Celestial te confortó y te consoló. Enséñanos a ser tan misericordiosos y amorosos como tu Padre y llena a las almas del purgatorio del mismo consuelo que Tú recibistes en el Huerto de los Olivos.
María, reina de los ángeles, ten piedad de tus hijos que sufren en el purgatorio. Envía tus ángeles para que los ayuden.
Arcángel San Miguel, Arcángel San Gabriel, Arcángel San Rafael, vosotros los nueve coros de los santos ángeles, los serafines y querubines, los tronos y las dominaciones, los príncipes y los poderes, ángeles y arcángeles, os pedimos en el nombre de Dios y en el nombre de su reina, nuestra preciosísima Virgen María, que vayáis rápido y ayudéis a nuestros hermanos y hermanas en el purgatorio. Ellos sufren mucha angustia, tienen sed del Dios eterno más que un siervo tiene sed del agua de una vertiente. Dadles fuerza y guiarlos hacia el camino del reino del Padre Celestial. Amén.
Los ángeles, además de adorar a Dios, velar por los seres humanos y desempeñar misiones especiales tienen una intensa relación con las almas de los difuntos en el purgatorio.
El catecismo de la Iglesia enseña que “desde su comienzo hasta la muerte, la vida humana está rodeada de su custodia y de su intercesión”. Además, San Basilio Magno solía decir que “Nadie podrá negar que cada fiel tiene a su lado un ángel como protector y pastor para conducir su vida”. (CIC 336)
Ahora bien, según algunas revelaciones privadas, los ángeles continúan intercediendo por la iglesia purgante, es decir, por las almas de los difuntos en el purgatorio.
Como toda revelación privada, ningún católico tiene la obligación de creer en ella y se debe proceder con prudencia. Siempre el criterio para aceptar las supuestas revelaciones es que jamás contradigan los Santos Evangelios, la Tradición y el Magisterio de la Iglesia.
Así ayudan los ángeles a las almas de los difuntos en el purgatorio
Existe una revelación privada anónima conocida como El Purgatorio, una revelación particular. Por razones pastorales no se conoce quién lo escribió pero recibió la aprobación eclesiástica de Mons. Henri Brincard, Obispo de Puy en Velay en el año 1994.
Allí, la persona que recibió revelaciones privadas sobre el purgatorio, cuenta increíbles descripciones de lo que los ángeles hacen por las almas de los difuntos.
El relato de la visión comienza:
“Yo miraba a los ángeles que, sin cesar y en constante adoración a Dios, iban al Cielo, hacia el Purgatorio y la tierra, y de la tierra a estos dos otros lugares, etc., en movimiento de una armonía y de una perfección sublimes”.
Y continúa:
“He visto que otros ángeles recibían de las benditas almas del Purgatorio copas de nardo, o de un perfume similar. Mi ángel me muestra que estas imágenes simbolizan la oración de las almas que sufren y su abandono a la Voluntad Divina, con lo que ellas glorifican a la Trinidad Divina”.
“Veo también ángeles que van de la tierra al Purgatorio sin pasar, si puedo decirlo así, por el Cielo, y también con un movimiento inverso“. Entonces, su ángel de la guarda le explicó:
“Los ángeles que van de la tierra al Purgatorio son ángeles de la guarda, como yo, y acompañan a las almas salvadas hacia el lugar de su purificación.
En cuanto a los ángeles que van del Purgatorio hacia vosotros, son vuestros ángeles de la guarda, que peregrinan hacia vosotros, y vienen a pediros que recéis por estas almas benditas, y a recordaros vuestros deberes hacia ellas, sus sufrimientos y sus necesidades“.
Esta revelación descubre otra cosa que los ángeles hacen por los difuntos. Así lo describe:
“He visto que el Purgatorio está rodeado de ángeles, y mi ángel de la guarda me dice:
Son los ángeles de la guarda de las almas benditas que están todavía en el Purgatorio: rezan por ellas como lo hacen los santos, y a veces obtienen del Altísimo la misión de manifestarse a estas pobres almas para consolarlas y afianzarlas en la esperanza y llevarlas un reflejo de la dicha eterna a la que ellas están llamadas y a la que ellas aspiran, en ardiente deseo de amor“.
¡Increíble! Esto es lo que los ángeles hacen por las almas de los difuntos en el Purgatorio. ¿Tú que crees?
Oh san José, fortificado por la Palabra de la Escritura, has podido
vencer siempre las tentaciones.
Oración
Amorosísimo San José, que tan tiernamente amasteis a Jesús, y tan
vivamente sentisteis la privación de su presencia cuando lo perdieres en el Templo, os encomiendo con fervor las Santas Almas que, lejos de la amable presencia de Dios, están padeciendo en el
Purgatorio.
Oh Santo Patriarca, sed su consuelo en aquel lugar de penas y
expiación, dignaos aplicarles los piadosos sufragios de los fieles, particularmente los míos.
Constituíos su intercesor para con Jesús y María y romped con vuestra
poderosa oración sus cadenas, para que puedan ascender al seno de Dios y gozar de la felicidad eterna. Amén.
SAN JOSE- ABOGADO DE LAS ALMAS DEL PURGATORIO
Consideración
No cabe duda, como decía Santa Teresa de Jesús,
que San José es el Abogado Universal, o, lo que es lo mismo, que Él remedia todos los males; ya que jamás se pide al Señor gracia alguna por intercesión de este Glorioso Patriarca que no se
consiga en el acto, si se pide bien y como conviene.
La razón es obvia. No hay abogado mejor que el que
defiende una causa que en algún tiempo fue propia, porque la conoce perfectamente, hasta en sus más pequeños detalles y se interesa mucho en ella; y habiendo padecido tanto San José durante su
vida, síguese que será compasivo con los que ahora padecemos; no nos olvidará en los supremos y críticos instantes de nuestra existencia, y sobre todo no podrá menos de compadecerse mucho de las
almas detenidas en el lugar de expiación.
En efecto, cuando su alma privilegiada salió de su
cuerpo virginal se apartó de la presencia del Redentor y de la Virgen Madre. ¡Cuánto sufriría entonces con esta separación su inocente y atribulado espíritu!
Las puertas de la Celestial Jerusalén estaban
completamente cerradas a todas las generaciones. Debían ser rociadas con la Sangre inmaculada del Cordero de Dios para que quedasen francas y abiertas a los pueblos
redimidos.
El amorosísimo Jesús, víctima inocente y
voluntaria en el expiatorio sacrificio, no habiendo llegado su hora, aún debía permanecer tres años sobre la tierra; luego el alma de San José, antes de penetrar en el Cielo, debía ser detenida
juntamente con las de los justos del antiguo Testamento, en el seno de Abraham.
Si el Santo Patriarca, durante los tres días en
que el divino Niño estuvo perdido en el Templo, le anduvo buscando con tanta angustia, ¿qué ansias no padecería su alma en los años que estuvo en el Limbo, apartada de la presencia de Jesús y
María?
Sólo quien amara a Jesús y María como San José les
amaba, sería capaz de formarse un concepto adecuado de la vehemencia de sus anhelos.
Sabiendo, pues, nuestro Glorioso Santo por
experiencia propia cuán ardientes son en las almas justas los deseos de ver a Dios, y qué acerbos padecimientos dicha privación les causa, ¡con que afán procurará aliviar a las Benditas Almas del
Purgatorio!
Amado Señor nuestro, Jesús Sacramentado, por aquel amor a las almas que te llevó a humanarte en el purísimo seno de María, nacer en una gruta, sufrir flagelación y coronación de espinas, morir en una cruz e instituir el Santísimo Sacramento, te rogamos que brindes ayuda a las pobres almas que están padeciendo en el Purgatorio. Tú que por su amor abrazaste los mayores tormentos, escucha ahora nuestra oración y aplícales los méritos de tu Preciosísima Sangre.
Te rogamos por todas aquellas almas, pero de modo especial te rogamos que te acuerdes de las almas de los nuestros, amigos y enemigos. Recuerda también, oh Jesús, las almas de nuestros bienhechores, de los sacerdotes, de todos los ministros de la Iglesia Católica y de quienes están más desamparados. Recuerda las almas que están penando por nuestra culpa, y finalmente aquellas a las cuales estamos más obligados. Ten piedad de todas ellas, no las dejes padecer más; llévalas de aquel lugar de tormentos a la Patria de la paz y del descanso eterno prometida a Abrahán y a toda su estirpe en la Fe. Tal esperamos por tus méritos, oh buen Jesús. Así sea.
Oh dulce Corazón de Jesús, siempre presente en el Santísimo Sacramento, siempre consumido con ardiente amor por las Pobres almas cautivas en el Purgatorio, ten misericordia de ellas.
No seas severo en Tus juicios, sino deja caer unas gotas de Tu Preciosa Sangre sobre las llamas devoradoras.
Misericordioso Salvador, manda Tus ángeles a conducirlas a un lugar de re confortamiento, luz y paz. Amén.
Dale, Señor, el descanso eterno.
Brille para él la luz perpetua.
Descanse en paz. Amén.
Dale, Señor, el descanso eterno.
Brille para él la luz perpetua.
Descanse en paz. Amén.
Dale, Señor, el descanso eterno.
Brille para él la luz perpetua.
Descanse en paz. Amén.
Dale, Señor, el descanso eterno.
Brille para él la luz perpetua.
Descanse en paz. Amén.
Dale, Señor, el descanso eterno. Brille para él la luz perpetua. Descanse en paz. Amén.
¡Oh divino corazón de Jesús! recorriendo en vuestra compañía el Purgatorio, os consagramos todo lo que hemos hecho y haremos de bien, con el auxilio de vuestra gracia, durante este día, y os rogamos para que apliquéis vuestros méritos a estas almas en pena y vosotros, santas almas del Purgatorio, emplead todo vuestro poder, para obtenernos la gracia de vivir y morir en el amor y la fidelidad al Sagrado Corazón de Nuestro Señor Jesucristo, respondiendo a sus designios sin resistencia. Así sea.
¡Cuántas almas vienen en este momento a comenzar su doloroso cautiverio! ¡Que felices están! ¡Han evitado el Infierno para siempre…están seguras de llegar al gozo eterno…son amigas de Dios…están salvadas!…
¡Que tristes están! Están cargadas de mil imperfecciones…numerosas penas temporales debidas todavía por los restos de pecados perdonados…exiliadas por un tiempo de su patria celestial…condenadas al fuego expiatorio.
"Padre eterno, yo te ofrezco la preciosísima Sangre de tu Divino Hijo Jesús, en unión con las misas celebradas hoy día a través del mundo por todas las benditas ánimas del purgatorio. Por todos los pecadores del mundo. Por los pecadores en la Iglesia universal, por aquellos en propia casa y dentro de mi familia. Amén."
Oración a la Santa Virgen por las almas del purgatorio
“Dios misericordioso, que nos perdonas y quieres la salvación de todos los hombres, imploramos tu clemencia, para que, por la intercesión de María Santísima y de todos los santos, concedas a las almas de nuestros padres, hermanos, parientes, amigos y bienhechores, que han salido de este mundo, la gracia de llegar a la reunión de la eterna felicidad…
Santísima Virgen María, reina del purgatorio: vengo a depositar en tu corazón inmaculado, una oración en favor de las almas benditas, que sufren en el lugar de expiación. Dígnate a escucharla, clementísima Señora, si es ésta tu voluntad y la de tu misericordioso Hijo. Amén.
María, reina del purgatorio, te ruego por aquellas almas por las cuales tengo o pueda tener alguna obligación, sea de caridad o de justicia.
Dios te salve María...Dales, Señor, el descanso eterno. Y luzca para ellas la luz perpetua. Descansen en paz. Amén.
María, reina del purgatorio: te ruego por las almas más abandonadas y olvidadas, y, a las cuales nadie recuerda; tú, Madre, que te acuerdas de ellas, aplícales los méritos de la pasión de Jesús, tus méritos, y los de los santos, para que alcancen así el eterno descanso.
Dios te salve María...Dales, Señor, el descanso eterno. Y luzca para ellas la luz perpetua. Descansen en paz. Amén.
María, reina del purgatorio: te ruego, por aquellas almas que han de salir más pronto de aquel lugar de sufrimientos, para que cuanto antes, vayan a cantar en tu compañía las eternas misericordias del Señor.
Dios te salve María...Dales, Señor, el descanso eterno. Y luzca para ellas la luz perpetua. Descansen en paz. Amén.
María, reina del purgatorio: te ruego de una manera especial por aquellas almas que han de estar más tiempo padeciendo y satisfaciendo a la divina Justicia. Ten compasión de ellas, ya que no pueden merecer sino sólo padecer; abrevia sus penas y derrama sobre estas almas el bálsamo de tu consuelo.
Dios te salve María...Dales, Señor, el descanso eterno. Y luzca para ellas la luz perpetua. Descansen en paz. Amén.
María, reina del purgatorio: te ruego de modo especial por aquellas almas que más padecen. Es verdad que todas sufren con resignación, pero sus penas son atroces y no podemos imaginarlas siquiera. Intercede Madre nuestra por ellas, y Dios escuchará tu oración.
Dios te salve María...Dales, Señor, el descanso eterno. Y luzca para ellas la luz perpetua. Descansen en paz. Amén.
Virgen Santísima, te pido que, así como me acuerdo de las benditas ánimas del purgatorio, se acuerden de mí los demás, si he de ir allá a satisfacer por mis pecados. En tí, Madre mía, pongo toda mi confianza de hijo, y sé que no he de quedar defraudado. Amén.”
Padre misericordioso, en unión con la Iglesia Triunfante en el cielo, te suplico tengas piedad de las almas del Purgatorio. Recuerda tu eterno amor por ellas y muéstrales los infinitos méritos de tu amado Hijo. Dígnate librarles de penas y dolores para que pronto gocen de paz y felicidad. Dios, Padre celestial, te doy gracias por el don de perseverancia que has concedido a las almas de los fieles difuntos.
¡Oh Jesús onerosísimo que con las notables virtudes y con los ejemplos de vuestra vida doméstica santificaste la familia, por vos elegida en la tierra, guarda la nuestra que postrado delante
De vos invoco propicio, asistidla benigno defendedla de cualquier peligro, socorredla en sus necesidades y dadle la gracia de mantenerse constante en la imitación de vuestra santa familia, a
Fin de que, sirviéndoos fielmente y amándoos en la tierra, pueda después bendeciros eternamente en el Paraíso. María dulcísima a vuestra intercesión recurrimos, seguros de vuestro Divino Hijo
Escuchara vuestras oraciones. Y vos, también, ¡Oh glorioso Patriarca san José! Ayudadnos con
Padre Nuestro… Avemaría…Gloria…
ORACIÓN A LA SANTÍSIMA TRINIDAD POR LAS ALMAS DEL PURGATORIO
Padre misericordioso, en unión con la Iglesia Triunfante en el cielo, te suplico tengas piedad de las almas del Purgatorio. Recuerda tu eterno amor por ellas y muéstrales los
infinitos méritos de tu amado Hijo. Dígnate librarles de penas y dolores para que pronto gocen de paz y felicidad. Dios, Padre celestial, te doy gracias por el don de perseverancia que has concedido a las almas de los fieles difuntos.
Amable Salvador, Jesucristo. Eres el Rey de reyes en el país de la dicha. Te pido que por tu misericordia oigas mi oración y liberes las almas del Purgatorio, en particular, N...
LLévalas de la prisión de las tinieblas a la luz y libertad de los hijos de Dios en el Reino de tu gloria. Amable Salvador, te doy gracias por haber redimido las pobres almas con tu preciosísima Sangre, salvándolas de la muerte eterna.
Dios Espíritu Santo, enciende en mí el fuego de tu divino amor. Aviva mi fe y confianza, acepta benignamente las oraciones que te ofrezco por las almas que sufren en el Purgatorio.
Quiero aplicar los méritos de esta devoción en favor de toda la Iglesia Sufriente y en especial por mis difuntos padres, hermanos, hermanas, bienhechores, parientes y amigos. Atiende mi
plegaria para que podamos reunirnos en el Reino de tu gloria.
Dios Espíritu Santo, te doy gracias por todos los beneficios con que has santificado, fortalecido y aliviado a estas benditas almas y en especial por consolarlas en los actuales sufrimientos con la certeza de la felicidad eterna. Que pronto se unan contigo y oigan aquellas benditas palabras que las llaman al hogar del Cielo: "¡Vengan, los Bendecidos por mi Padre!
Tomen posesión del Reino que ha sido preparado para ustedes desde el principio del mundo"
Oh Señor, yo os suplico por la preciosa Sangre que salió del costado abierto de Jesús vuestro divino Hijo, librad las almas del Purgatorio, sobre todo las que amaron más a su Corazón Sagrado, a fin de que entren al momento en vuestra Gloria y empiecen a alabaros eternamente con los Santos. Amén.
Rezar Padrenuestro, Avemaría y Gloria. Hacer tres días seguidos.
¡Virgen Santa! Durante toda mi vida habéis sido mi tierna Madre; Vos me habéis
obtenido gracias sin número en todos los peligros y en todas mis penas, y Vos no me abandonaréis en la hora terrible de mi muerte. Mas hoy os pido una gracia especial,
como bondadosa consoladora de los afligidos, y es la de que tengáis piedad de
las desgraciadas almas que el reato de culpas retiene cautivas en el fuego del Purgatorio. Vos, amantísima Reina del Carmelo, me habéis permitido que os llame mi buena y dulce Madre: sedlo
también de las infortunadas almas por las cuales yo suplico a vuestro corazón tan compasivo. Dejaos conmover por mis lágrimas y mis plegarias, para que los sufridos lamentos que parten de aquel
lugar de tristeza y de miseria lleguen hasta Vos, y, cual piadosa medianera entre Dios y las almas que están allí detenidas, obtener su pronta liberación. Esta es la gracia que os solicito ¡oh
Madre de Dios! y que os ruego concedáis a vuestros hijos.
No dejéis de utilizar el poder que se dignó concederos vuestro Unigénito Hijo,
especialmente en el día vuestro del sábado. Amén.
Santísima Virgen María, Reina del Purgatorio;
vengo a depositar en tu Corazón Inmaculado
una oración en favor de las almas benditas
que sufren en el lugar de expiación.
Dígnate escucharla, clementísima Señora,
si es ésta tu voluntad y la de tu misericordioso Hijo.
María, Reina del Purgatorio,
te ruego por aquellas almas por las cuales tengo
o pueda tener alguna obligación,
sea de caridad o de justicia.
Rezar Padrenuestro, Avemaría y Gloria
Dales, Señor, el descanso eterno.
Y luzca para ellas la luz perpetua.
Descansen en paz.
Así sea.
María, Reina del Purgatorio:
te ruego por las almas más abandonadas
por las más solas y olvidadas
y a las cuales nadie recuerda;
tú, Madre, que te acuerdas de ellas,
aplícales los méritos de la Pasión de Jesús,
tus méritos y los de los santos,
y alcancen así el eterno descanso.
Dales, Señor, el descanso eterno.
Y luzca para ellas la luz perpetua.
Descansen en paz. Así sea.
María, Reina del Purgatorio:
te ruego por aquellas almas que han de salir más pronto
de aquel lugar de sufrimientos,
para que cuanto antes vayan a cantar en tu compañía
las eternas misericordias del Señor.
Rezar Padrenuestro, Avemaría y Gloria
Dales, Señor, el descanso eterno.
Y luzca para ellas la luz perpetua.
Descansen en paz.
Así sea.
María, Reina del Purgatorio:
te ruego de una manera especial
por aquellas almas que han de estar más tiempo padeciendo
y satisfaciendo a la divina Justicia.
Ten compasión de ellas,
pues no pueden merecer sólo padecer;
abrevia sus penas y derrama sobre estas almas
el bálsamo de tu consuelo.
Rezar Padrenuestro, Avemaría y Gloria
Dales, Señor, el descanso eterno.
Y luzca para ellas la luz perpetua.
Descansen en paz.
Así sea.
María, Reina del Purgatorio:
te ruego de modo especial
por aquellas almas que más padecen.
Es verdad que todas sufren con resignación,
pero sus penas son atroces
y no podemos imaginarlas siquiera.
Intercede Madre nuestra por ellas,
y Dios escuchará tu oración.
Rezar Padrenuestro, Avemaría y Gloria
Dales, Señor, el descanso eterno.
Y luzca para ellas la luz perpetua.
Descansen en paz. Así sea.
Virgen Santísima, Madre mía, te pido que,
así como me acuerdo en mis rezos
de las benditas ánimas del Purgatorio,
se acuerden de mí los demás,
si he de ir allá a satisfacer por mis pecados.
En Ti, Madre mía, pongo toda mi confianza de hijo, y sé que no he de quedar defraudado. Amén.
LUNES.
¿De que se arrepienten Santas Almas del Purgatorio de la tierra que dejaste?
Me arrepiento de los bienes malgastados. Mi fortuna, mi salud, mis talentos, mi posición en el mundo, todo eso pudo servir para mi salvación, si lo hubiera utilizado para la gloria de
Dios.
¡Cuantas gracias no me hubiera ganado y no lo quise y todos mis bienes desaparecieron ante mis ojos en el momento de la muerte!
¡Ah! Si fuera hoy rico de los bienes terrenales, daría tanto para que mi liberación fuera un poco antes, para aumentar el grado de gloria que Dios me había reservado en el Cielo y dar a conocer a alguna alma en la tierra la devoción al Sagrado Corazón de Jesús.
Vos que estáis todavía en la tierra y que tenéis algún tipo de riqueza, pensad que os pedirán cuentas de esto…usad todo según la caridad, la justicia y la piedad.
Pagad sus deudas hacia los vivos y hacia los difuntos -dad generosas limosnas a los pobres- trabajad a la gloria del Sagrado Corazón de Jesús, Procurando la difusión de su culto por todos los rincones de la tierra.
*EJERCICIOS PIADOSOS.
*Resolución. Ayudar hoy por todos los medios de las almas de los fieles difuntos de toda Europa, especialmente aquellas de Roma. Encomendemonos a las almas que en este momento suben
al cielo.
*Ramillete. 7 Espiritual. «La limosna abre las puertas del paraíso»
*Sufragio. Dar limosna en honor al Sagrado Corazón.
*Intención Particular. Rezar por el alma más cerca de su liberación.
*Motivo. Entre mas se acerca su liberación, mayor es su deseo de unirse al Sagrado Corazón de Jesús. Quitemos el obstáculo, a cambio ella pedirá para ustedes la gracia de romper los lazos que nos impiden darnos completamente a Dios.
*Oración para el Lunes. ¡Oh Señor Dios todo poderoso, te suplico por la Sangre preciosísima, que Jesús derramo durante la flagelación, sean liberadas las almas del purgatorio, sobre
todo aquella que esta más cerca de tu gloria, para que te alabe por toda la eternidad.
Padre Nuestro, Ave María y de
Profundis.
Jaculatoria. Dulce corazón de María se la salvación del Alma mía.
MARTES
¿De qué se arrepienten Santas Almas del Purgatorio, de la tierra que dejaron?
Me arrepiento de la gracia despreciada. Se me ofreció en gran abundancia, en cada instante de mi vida, con insistente solicitud…Regeneración cristiana, vocación, sacramentos, palabra de Dios, inspiraciones santas, buenos ejemplos, preservación en el peligro, socorro en la tentación, perdón después las caídas. ¡Que suma incalculable de gracias para escoger!
Rechacé unas, acepté con frialdad otras y abusé de la mayor parte de ellas.
¡Ah! ¡Si solamente pudiese hoy calmar mi sed en los manantiales de misericordia que emanan del Sagrado Corazón de Jesús, que los pecadores y los indiferentes desprecian!
Escuchad a Margarita Maria de lo alto de los Cielos, como nosotros del seno de nuestras llamas: «Es aparente que no hay nadie en este mundo que no sienta todo tipo de auxilios, si solamente tuviese por Jesucristo un amor grato como el que le otorgamos con la devoción a su Sagrado Corazón»
*EJERCICIOS PIADOSOS.
*Resolución. Ayudar hoy por todos los medios de las almas de los fieles difuntos de toda Asia, especialmente aquellas de Palestina. Encomendemonos a las almas que en este momento
suben al cielo.
*Ramillete espiritual. «El bien de una sola gracia es superior al bien natural del universo entero» (Santo Tomás)
*Sufragio. Algunas prácticas indulgenciadas en honor al Sagrado Corazón.
*Intención particular. Rezar por el alma del purgatorio que esté más lejos de su liberación.
*Motivo. ¡Déjense tocar por su desolación y su humildad al recibir sus prolongados sufrimientos, ella se los agradecerá! Bienaventurados serán, si les obtiene la humildad en este mundo para que sean glorificados en el otro.
*Oración para el martes. O señor, Dios todopoderoso, os suplico, por la preciosísima Sangre que vuestro Hijo, vertió en su doloroso coronamiento de espinas, de liberar a las almas del Purgatorio, sobre todo aquella que debería ser la última en salir de ese lugar de tormento, afin que no tarde en alabar en vuestra gloria y bendecir siempre. Así sea. Pater, Ave, De profundis.
*Jaculatoria. Padre eterno, os ofrezco la preciosísima Sangre de Jesucristo como expiación de mis pecados y por las intenciones de la Santa Iglesia.
MIERCOLES.
¿De que se arrepienten Santas Almas del Purgatorio de la tierra que dejasteis?
Me arrepiento el mal cometido…- me parecía tan agradable, tan ligero. Ahogaba el remordimiento en medio de placeres, hoy su peso me derriba, su amargura me atormenta, su recuerdo me
persigue y me carcome. Pecados mortales perdonados, pero no expiados, faltas veniales, imperfecciones ligeras, demasiado tarde comprendo vuestra malicia.
¡Ah! Si regresara a la vida…ninguna promesa, ningún honor, ningún placer, ninguna riqueza, ninguna palabra aunque fuera de lo más seductora, sería capaz de hacerme cometer el más
pequeño pecado
Vos que estáis todavía en libertad de escoger entre Dios y el mundo, mirad las espinas, la cruz, las flamas que torturan el Corazón de Jesús, ellas os dirán lo que nuestros pecados le
costaron.
Pensáis en los arrepentimientos tardíos y dolorosos que tendréis por vuestras culpas en el purgatorio y nada os costará , entonces confesar en el Sacramento de la penitencia todas
aquellas del pasado -para pagar en la presente la pena que se adeuda- y por las del futuro.
*Resolución- ayudar hoy en el purgatorio, por todos los medio en nuestro poder las almas de los fieles difuntos de Africa y en especial a los países que fueron católicos y
encomendarnos a aquellas que en este momento suben al cielo.
*Ramillete Espiritual. » De que le sirve al hombre ganar al cielo, si pierde su alma»
*Sufragio. Un acto de contrición delante del Sagrado Corazón de Jesús.
*Intención Particular. Rezar por el alma la más rica en méritos.
*Motivo. Mientras más alto sea el nivel de gloria en el cielo, ella podrá, obteneros un verdadero amor de Dios, sin el cual no hay verdadero mérito.
Oración para el miércoles. ¡Oh Señor Dios, todo poderoso, te suplico, por la Sangre preciosísima que Jesús, vuestro Divino hijo derramó en la dolorosa Coronación de Espinas , de
liberar las almas del purgatorio especialmente aquella que sería la última en salir de este lugar de tormentos, a fin de que no tarde mas en alabaros en vuestra Gloria y bendeciros por toda
la eternidad. Así sea.
Padre Nuestro, Ave María, De Profundis.
Jaculatoria. Padre Eterno, te ofrezco la Sangre preciosísima de Jesu-Cristo, en expiación de mis pecado y por las necesidades de la Santa
Iglesia. (Indulgencia de 100 días cada vez que se recite. Pio IX 1871)
JUEVES.
¿De que se arrepienten Santas Almas del Purgatorio de la tierra que dejasteis?
Me arrepiento de los escándalos provocados.-¡ si al menos solo tuviera mis culpas que pagar, si en el momento de morir pudiera detener las tristes consecuencias de mis escándalos!…si
desde aquí pudiera detener, la caída de tantas pobres almas que siguieron mis tristes ejemplos y mis perversas doctrinas.!
Más por causa mía, se comete todavía el mal y eso durará años, siglos…y se me pide cuenta de la parte que me toca de todos los pecados que por mi culpa se cometen.
¡Ah! ¡Si me fuera permitido llevar mi palabra hasta las extremidades de la tierra y pudiera recorrer como misionero el mundo entero, lo que no haría para convertir las almas del vicio
a la virtud!
O vos que venís a visitarme en compañía del Sagrado Corazón de Jesús en esta prisión tenebrosa, haciendo brillar un rayo de su bendita luz, vos tenéis el medio mas seguro y el mas
fácil -cooperando A su gracia y reproduciendo sus virtudes- ¡llenaros de celo de convertir tantas o mas almas de las que yo escandalicé!
*Resolución- ayudar hoy en el purgatorio, por todos los medio en nuestro poder las almas de los fieles difuntos de América y encomendarnos a aquellas que en este momento suben al
cielo.
*Ramillete Espiritual. » A cada quien, según sus obras»
*Sufragio. Dar a algunas personas una imagen del Sagrado Corazón de Jesús.
*Intención Particular. Rezar por el alma más devota del Santísimo Sacramento del Altar.
*Motivo. Ella pedirá por vos la gracia de recibidle dignamente a la hora de la muerte, como seguro de salvación eterna.
Oración para el jueves. ¡Oh Señor Dios, todo poderoso, te suplico, por el Cuerpo Adorable y por la Sangre preciosísima que Jesús, vuestro Divino hijo que en la vigilia de la pasión se
da Él mismo en comida y bebida a sus Apóstoles amados, dejando así a toda la Iglesia un Sacrificio Perpetuo, te pido liberar las almas del purgatorio, especialmente a la mas devota de este
misterio de amor infinito a fin de que os alabe por vuestro Divino hijo y con vuestro Divino hijo en unión con el Espíritu Santo en vuestra gloria, por toda la eternidad. Así
sea.
Padre Nuestro, Ave María, De Profundis.
*Jaculatoria. Oh Jesús, Misericordia.
(Indulgencia de 100 días cada vez que se recite Pio IX 1846)
VIERNES.
¿De que se arrepienten Santas Almas del Purgatorio de la tierra que dejasteis?
Me arrepiento de la penitencia omitida. ¡Que fácil era ayer, en el mundo, que ruda es hoy en el purgatorio!…aquí, el mas pequeño de mis sufrimientos es mayor que el mas grande dolor
en la tierra. Solo tenía que aceptar con resignación el trabajo, el dolor, alguna contrariedad, privarme de algún bien superfluo, para enriquecer a los pobres, cumplir obras
satisfactoriamente, utilizar las indulgencias y las prácticas piadosas…¡Nada más fácil!
¡Ah, si Dios me permitiera volver a la tierra, ninguna regla me parecería demasiado austera,ningún martirio me asustaría, para mi solo sería dulzura en todo el rigor de la penitencia,
cuando pienso en el rigor de este fuego devorador, así pues, por ellas evitaría el rigor,
Vos que sufrís en este valle de exilio, alegraos la más pequeña pena cristianamente soportada para satisfacer la justicia Divina y ofrecida al Sagrado Corazón de Jesús como
reparación, puede ahorraros un largo y penoso purgatorio.
*Resolución- ayudar hoy en el purgatorio, por todos los medio en nuestro poder las almas de los fieles difuntos de Oceanía, especialmente por las misiones católicas y encomendarnos a
aquellas que en este momento suben al cielo.
*Ramillete Espiritual. «Producid dignos frutos de penitencia »
*Sufragio. Una pequeña penitencia en sufragio de las almas del purgatorio.
*Intención Particular. Rezar por aquellas almas por la que vos tenéis mas obligación.
*Motivo. Es vuestro deber. Si vos tenéis, alguna obligación de justicia no tardéis mas, de otro modo, la justicia Divina caerá sobre vos.
Oración para el viernes. ¡Oh Señor Dios, todo poderoso, te suplico, por la Sangre preciosísima que Jesús, vuestro Divino hijo que en el madero de la Cruz derramó copiosamente, sobre
todo por las llagas Santísimas de sus Manos y de sus Pies Sagrados, te pido liberar las almas del purgatorio, especialmente por la que tengo más obligación de rezar a fin que no sea por causa
mía que no se le permita la pronta entrada en el seno de Vuestra gloria, a fin de que os alabe y os bendiga por toda la eternidad. Así sea.
Padre Nuestro, Ave María, De Profundis.
*Jaculatoria. Jesús, dulce y manso de Corazón, transforma mi corazón parecido al tuyo.
(Indulgencia de 300 días cada vez que se recite San Pío X 1905)
SABADO.
¿De que se arrepienten Santas Almas del Purgatorio de la tierra que dejasteis?
«Me arrepiento de la poca caridad que tuve en la tierra hacia las almas del purgatorio. Pude ser tan útil en mi vida! Oraciones, caridad, penitencia, buenas obras, comuniones, Santas
Misas, la devoción al Sagrado Corazón; ¡con cuantos medio contaba para dar alivio a esas pobres almas, prisioneras detenidas en esa prisión de fuego, oscuridad y sufrimiento! Si lo hubiera
hecho, hubiera adquirido gracias poderosas para evitar el pecado e ir directamente al cielo, al menos hubiera merecido un purgatorio menos riguroso, más rápido y tomaría una parte más grande
de el fruto de las oraciones que de todas partes son ofrecidas por nosotros.
¡ Ah! ¡Si podia regresar a la tierra, nadie sería más de otro por las almas del purgatorio que yo mismo, que Santas Misas escucharía, Cuántas no mandaría celebrar por todas esas almas
olvidadas, cuántas oraciones elevaría al cielo por ellas! ¡Cuantos esfuerzos no haría para provocar en todos compasión por estas almas!
Lo que lamentablemente no hice, cuando pude, ustedes cristianos, no tarden más.
*Resolución- ayudar hoy en el purgatorio, por todos los medio en nuestro poder las almas de los fieles difuntos de Australia especialmente las de Nueva Guinea y encomendarnos a
aquellas que en este momento suben al cielo.
*Ramillete Espiritual. «Es justo lo que sufrimos»
*Sufragio. Propaguen esta devoción y las almas estarán agradecidas.
*Intención Particular. Rezar por aquella alma que era la más devota a la Santísima Virgen.
*Motivo. Este acto será gratísima a los ojos de la Santísima Virgen que os concederá la gracia de una verdadera devoción al Sagrado Corazon de Jesús.
Oración para el viernes. ¡Oh Señor Dios, todo poderoso, te suplico, por la Sangre preciosísima que Jesús, vuestro Divino hijo que brotó de su costado a la vista de su Santísima Madre,
sumergida en un extremo dolor, te pido liberar las almas del purgatorio, especialmente la más devora de esta gran Reina, a fin de que se admitida lo más pronto posible en vuestra gloria y os
alabe y os bendiga por toda la eternidad. Así sea.
Padre Nuestro, Ave María, De Profundis.
*Jaculatoria. ¡Oh María que entraste en el mundo sin pecado, obtenedme la gracia de Dios, que pueda salir de este sin pecado.
(Indulgencia de 100 días cada vez que se recite San Pío iX 1863)
DOMINGO.
¿De que se arrepienten Santas Almas del Purgatorio de la tierra que dejasteis?
-¡Me arrepiento del tiempo perdido, yo no lo creía ni tan precioso, ni tan rápido, ni irreparable…si hubiera sabido…si todavía pudiese!…
¡Tiempo precioso!… Hoy te aprecio como lo mereces, se me fue otorgado para emplearte completamente para Dios, para mi santificación, para consolar y edificar al prójimo; lo use para
pecar, para el placer, haciendo obras de las que me arrepiento amargamente.
¡Tiempo que pasa tan rápido sobre la tierra y tan lento en esta prisión de fuego! Pasabas antes a la velocidad del rayo, mi vida corría como un sueño y ahora las horas me parecen
años, los días siglos!
¡Tiempo irreparable! ¡Sobre la tierra parecías no tener fin y la muerte cortó el hilo de mis días, en el momento cuando. Menos lo esperaba. ¡Oh tiempo perdido, heme aquí que te fuiste
sin esperanza de que regreses!
*Resolución- ayudar hoy en el purgatorio, por todos los medio en nuestro poder las almas de los fieles difuntos que en vida practicaban este santo ejercicio y encomendarnos a aquellas
que en este momento suben al cielo
*Ramillete Espiritual. «Los sufrimientos en el Purgatorio son tan grandes que un día les parece mil años» (San Vicente de Ferrier)
*Sufragio.Consagrar un pequeño instante para honorar al Sagrado Corazón de Jesús en favor de las Almas de Purgatorio.
*Intención Particular. Rezar al Sagrado Corazón de Jesús por el alma que está más abandona.
*Motivo. Entre mayor es su angustia, mayor será su agradecimiento. Ella rezará a Dios para que nos os abandone y que nunca os alejes de Él por el pecado.
Oración para el viernes. ¡Oh Señor Dios, todo poderoso, te suplico, por la Sangre preciosísima que Jesús, vuestro Divino hijo derramó en el Jardín de los Olivos,te pido liberar las
almas del purgatorio, especialmente la más abandonada. Llevadla a la gloria eterna, a fin de que os alabe y os bendiga por toda la eternidad. Así sea.
Padre Nuestro, Ave María, De Profundis.
*Jaculatoria. Dulce Corazón de Jesús haced que yo te ame cada día más.
(Indulgencia de 300 días cada vez y plenaria una vez al mes a quien la recite diariamente San Pío IX 1876)
¡Dios Todopoderoso y Eterno! Porque es tu voluntad que recemos por las Almas del Purgatorio, yo te ofrezco, por medio de las manos sin manchas de María, todas las Santas Misas que se celebran hoy, por tu gran honor y por la redención de las Almas del Purgatorio. Con humildad te suplico que borres sus culpas por los méritos demasiado valiosos de tu Hijo muy Amado y ten piedad de ellas. Para la restitución de la alabanza, el amor, el honor, las gracias, y los méritos que estas almas dejaron de mostrar y tomar, yo te ofrezco toda alabanza, amor, honor, gracias y sufrimientos de tu Hijo por los que te honró aquí en el mundo.
En reparación de todos los abandonos y descuidos cometidos por estas almas, te ofrezco el fervor lleno de alabanza con el cual tu Hijo realizó todas sus obras aquí en la tierra, y que ahora son renovadas y entregadas a Ti en todas las Santas Misas.
En reparación de todos los errores y de todo lo que se dejó sin hacer por estas almas, te ofrezco todas las virtudes que practicó tu Hijo y que aún practica y completa en todas las Santas Misas.
Por la limpieza de todas las manchas de pecado que estas almas aún poseen, te ofrezco la preciosísima Sangre que tu Hijo derramó aquí en la tierra y que continúa ofreciéndose en todas las Santas Misas.
Como liberación de todos los castigos y tormentos que soportan estas almas, te ofrezco la dolorosa pasión y muerte de tu Hijo muy amado que Él ahora renueva y continúa renovando en todas las Santas Misas.
Para rescatarlas del calabozo ardiente, te ofrezco los méritos infinitos que tu Hijo se ganó en la tierra y que continúa ejercitando y ofreciendo en todas las Santas Misas.
Finalmente, para hacer lo suficiente para cumplir con tu estricta justicia, te ofrezco todas las virtudes y méritos de la vida, sufrimiento y muerte de tu Hijo muy amado, su Santísima Madre, todos los Santos y elegidos que juntos sufrieron más que las adoradas Almas del Purgatorio dejadas de lado. Amén
LETANÍA POR LAS ALMAS DEL PURGATORIO
¡Señor, ten piedad de los difuntos!
¡Cristo, ten piedad de ellos!
¡Señor, ten piedad de ellos!
¡Cristo, por tu gracia escúchanos!
¡Cristo, piadosamente óyenos!
¡Dios Padre Celestial, ten piedad de ellos!
¡Dios Hijo Salvador del Mundo, ten piedad de ellos!
¡Dios Espíritu Santo, ten piedad de ellos!
¡Trinidad Santa, que eres un solo Dios, ten piedad de ellos!
Santa María … ruega por ellos.
Santa Madre de Dios… ruega por ellos
Santa Virgen de la Vírgenes
Madre de Misericordia
Puerta del Cielo
Consoladora de los afligidos
Todos los Santos Ángeles y Arcángeles… rogad por ellos.
San Miguel … ruega por ellos
Todos los Santos Patriarcas y Profetas … rogad por ellos.
San Juan Bautista… ruega por ellos.
San José
Todos los Santos Apóstoles y Evangelistas … rogad por ellos
Todos los Santos discípulos del Señor
Todos los Santos niños inocentes
Todos los Santos Mártires
Todos los santos obispos y fieles
Todos los Santos Maestros de la Iglesia
Todos los santos sacerdotes y diáconos
Todos los santos monjes y ermitaños
Todas las santas viudas y vírgenes
Todos los Santos de Dios
Ten piedad de ellos … líbralos, ¡oh Señor!
Ten piedad de ellos
De todo dolor
De toda tu ira
Del rigor de tu Justicia
Del peso persistente de su conciencia
De su tristeza más profunda
Del duro cautiverio
Del fuego desgarrador
Del ansia dolorosa
De todos los castigos
Por Tu maravillosa encarnación
Por Tu santo nacimiento
Por Tu santo nombre
Por Tu Bautismo y Tu ayuno
Por Tu humildad
Por Tu total obediencia
Por Tu pobreza
Por Tu paciencia y ternura
Por Tu amor infinito
Por Tu amargo sufrimiento
Por Tu sudor sangriento de temor
Por Tu cautiverio
Por Tu dolorosa flagelación
Por Tu vergonzosa coronación
Por las burlas que sufriste
Por Tu juicio injusto
Por Tu dura carga de la cruz
Por Tu dolorosa crucifixión
Por Tu agonizante abandono
Por Tu santa muerte sacrificada
Por Tus cinco santas llagas
Por Tu corazón traspasado
Por Tu gloriosa resurrección
Por Tu maravillosa ascensión
Por la venida del Espíritu Santo
Por los méritos de la intercesión de tu Santa Madre
Por los méritos de la intercesión de todos tus santos
Nosotros, pecadores del Purgatorio, Te imploramos… escúchanos, ¡oh Señor!
Que Tú protejas las almas que sufren en el Purgatorio … escúchanos, ¡oh Señor!
Que Tú las salves de sus dolores y agonía
Que Tú compartas con ellas todas las buenas obras de la cristiandad
Que Tú siempre escuches todas nuestras oraciones por ellas
Que Tú, por medio del Arcángel San Miguel y los Santos Ángeles las lleves a la Luz Eterna
Que Tú las deslumbres pronto al ver ellas tu rostro
Que Tú concedas a nuestros padres, hermanos, amigos y benefactores difuntos la Luz Eterna
Que Tú liberes a aquellas almas con las cuales compartimos su castigo por otro lado
Que Tú tengas piedad especial de todas las almas que ya no tienen en la tierra quienes piensen en ellas
Que Tú concedas a todas las almas de los cristianos difuntos la Paz Eterna
Que Tú derrames amor misericordioso, por medio de las almas del Purgatorio, a las almas de todos los cristianos vivientes … Escúchanos, ¡oh Señor!
Hijo de Dios, Rey de la felicidad eterna … Escúchanos, ¡oh Señor!
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo … Protégenos, ¡oh Señor!
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo … Escúchanos, ¡oh Señor!
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo………. Ten piedad de nosotros, ¡oh señor!
Oración:
Oh Dios, Señor de la vida y de la muerte, muéstrales tu infinita Misericordia a aquellos servidores que creyeron y pusieron tus esperanzas en Ti.
Concédeles todo indulto de sus culpas y castigos; y por otro lado libra sus almas de los sufrimientos.
Por esto rezamos, por medio de la intercesión de la Santísima Virgen María y por medio de Cristo, Nuestro Señor. Amén.
UN LLAMADO DE AYUDA A LOS ÁNGELES PARA QUE AYUDEN A LAS ALMAS DEL PURGATORIO
Jesús, Señor Nuestro, Tú pasaste la noche anterior a tu pasión en el Huerto de los Olivos, en Getsemaní. Haz conocido todos los pecados del mundo, una carga que te aplastó e hizo sudar sangre. Los apóstoles se quedaron dormidos y no tuvieron fuerzas para velar contigo durante las horas más duras. Solamente tu Padre Celestial se conmovió y te envió un ángel para consolarte y darte fuerzas durante tu angustia de muerte.
Señor, mira a nuestros hermanos y hermanas en el Purgatorio. Ellos sufren más de lo que pueden sufrir un humano en la tierra y Tú deseas que seamos compasivos con su angustia y sufrimiento. Tú nos das la oportunidad de hacer algo por ellos, de vigilar con ellos, de rezar por ellos, de ofrecer algo en su nombre; pero principalmente, les podemos ofrecer la Santa Misa. Si, también podemos enviar a nuestro Ángel Custodio para que éste, con el poder de tu Sangre, los consuele y fortalezca. ¡Cuán misericordioso fue Dios en el Huerto de los Olivos! De la misma manera Él desea que nosotros también seamos misericordiosos con la Iglesia que sufre en el Purgatorio.
Jesús, recuerda tu soledad en el Huerto de los Olivos. Recuerda cuán bien te hizo cuando el Ángel de tu Padre Celestial te fortaleció y te contuvo. Enséñanos a ser tan misericordiosos y amorosos como tu Padre, y llena a las Almas del Purgatorio del mismo consuelo que Tú recibiste en el Huerto de los Olivos.
María, Reina de los Ángeles, ten piedad de tus hijos que sufren en el Purgatorio. Envía a Tus Ángeles para que los ayuden.
Arcángel San Miguel, Arcángel San Gabriel, Arcángel San Rafael, los nueve coros de los Santos Ángeles, los Serafines y Querubines, los Tronos y las Dominaciones, los Príncipes y los Poderes, los Arcángeles y Ángeles, les pedimos, en nombre de Dios y en el nombre de su Reina, la Preciosísima Virgen María, que vayan rápido y ayuden a nuestros hermanos y hermanas en el Purgatorio. Ellos sufren mucha angustia, ellos tienen sed de Dios Eterno más que un siervo tiene sed del agua de una vertiente. Denles fuerzas y guíenlos hacia el camino del Padre celestial. Amén.
Señor y Dios mío, en quien creo, en quien espero y a quien adoro y amo con todo mi corazón, te doy gracias por haberme creado, redimido, hecho cristiano y por haberme conservado en esta noche.
Te ofrezco todos mis pensamientos, palabras, obras y trabajos de este día, a mayor honra y gloria tuya en penitencia por mis pecados y en sufragio de las Almas del Purgatorio.
Dame, Señor, tu gracia, para que pueda servirte fielmente en este día y me vea siempre libre de todo pecado y de todo mal. Amén.
Oh María, Madre de misericordia: acuérdate de los hijos que tienes en el Purgatorio y, presentando nuestros sufragios y tus méritos a tu Hijo, intercede para que les perdone sus deudas y los saque de aquellas tinieblas a la admirable luz de
Su Gloria, donde gocen de tu vista dulcísima y de la de tu Hijo bendito. Amén.
“Padre Eterno, mira con misericordia a las almas que sufren en el Purgatorio y que están encerradas en el muy compasivo Corazón de Jesús. Te suplico por la dolorosa Pasión de Jesús, Tu Hijo, y por toda la amargura con la cual se sacratísima
alma fue inundada, muestra Tu misericordia a las almas que están bajo Tu justo escrutinio. No las mires sino a través de las heridas de Jesús, Tu amadísimo Hijo, ya que creemos que Tu bondad y Tu compasión no tiene límites”
Dios te salve, María, consuelo de los desconsolados y amparo de los afligidos; por la alegría tan grande que tuvisteis al veros subida a los cielos por ministerio de los Ángeles, os ruego que las almas del purgatorio por medio de estos mismos Ángeles suban á la Patria Celestial, y alaben allí eternamente vuestras divinas misericordias; y para más obligaros, os diré con el Ángel: Dios te salve María, llenas eres de gracias…
Aquí se dirá nueve veces: Santa, santa, santa María, Madre de Dios y abogada de las almas del purgatorio, llenos están los cielos y la tierra de vuestra gloria.
Gloria á María, Hija de Dios Padre; gloria á María, Madre de Dios Hijo ; gloria a María, Esposa de Dios Espíritu Santo.
“Oh Dios Eterno, te brindo la bellísima sangre de tu sublime hijo en alianza con las liturgias celebradas alrededor del mundo por todas las benditas almas del purgatorio, por las ánimas del mundo, por todos los infractores del mundo, por los que pertenecen a mi morada y a mi dinastía”. Amén.
Benditas almas del purgatorio, pedís ayuda porque estáis sufriendo, sufragios para vuestro alivio y en el día de hoy, voy a ofrecer mis plegarias en vuestro favor, te rogamos hoy nuestro señor Jesucristo por las almas de tus siervos que has mandado emigrar de este mundo, para que no las dejes en el purgatorio, sino que mandes a tus santos ángeles y las tomen y las lleven a la patria del paraíso, pues esperaron y creyeron en ti, para que no padezcan las penas del purgatorio, sino que posean los gozos eternos y a vosotras os pido a cambio que os acordéis de mis necesidades, liberadme de los peligros que me acechan y obtener para mí esta gracia.
Y a continuación rezamos el Padre Nuestro y un Salve.
Santa María, Reina de los Cielos Madre de Nuestro Señor Jesucristo y Soberana del mundo que no abandonáis y no rechazáis a nadie. Enviad sobre mí ¡oh Señora mía! una mirada de misericordia y de ternura y obtenedme de Vuestro Hijo bien amado el perdón de todos mis pecados; a fin de que honorando en este mundo con un corazón devoto Vuestra Santa Inmaculada Concepción reciba un día la palma de la beatitud eterna de manos de aquel que habéis concebido, quedando siempre Virgen, Nuestro Señor Jesucristo que vive y reina con el Padre y el Santo Espíritu en la unidad perfecta, siendo Dios por los siglos de los siglos. Amén
¡oh mi Soberana escuchad mi plegaria y que me gritó llegue hasta Vos! bendigamos al Señor, demos gracias a Dios.
Que las almas de los fieles difuntos por la misericordia de Dios descansen en paz así sea.